Esmeralda Banacloy

Fisioterapeuta. 

Autora de los libros:

Diatermia Capacitiva y Resistiva. La Excelencia en electroterapia

El arte de la Diatermia/Radiofrecuencia. Creando Belleza y Funcionalidad

Diatermia Musculoesquelética. Conceptos y aplicaciones clínicas

Diatermia Tecarterapia avanzada en patología neuromusculoesquelética

 

TRATAMIENTO CON NEURODIATERMIA DEL ESGUINCE COSTAL


INTRODUCCIÓN

El esguince costal es una lesión que afecta a las pequeñas, pero fundamentales, articulaciones que conectan las costillas con la columna vertebral. Cuando estas estructuras se ven comprometidas, es común que aparezca un dolor agudo que puede dificultar tanto la respiración como los movimientos del tronco. No siempre es necesario un gran accidente para que esto ocurra: a veces basta un giro brusco, un esfuerzo físico intenso, durante la práctica de alguna disciplina deportiva, o incluso una fuerte tos o un estornudo repentino.

Lo que hace especialmente molesta esta afección es que interfiere con algo tan básico como descansar bien. Durante la noche, los cambios de postura pueden reactivar el dolor, lo que afecta negativamente la calidad del sueño. Esta combinación de dolor y limitación funcional puede llegar a ser muy frustrante, tanto a nivel físico como emocional, por lo que un abordaje terapéutico integral es clave para la recuperación.

Desde el momento en que ocurre la lesión, el paciente suele experimentar una limitación progresiva del movimiento torácico y una sensibilidad acentuada en la zona afectada. En las primeras horas, el dolor puede ser difuso y dificultar la identificación precisa del área comprometida; sin embargo, con el transcurso del tiempo, la molestia se focaliza en un punto concreto. Habitualmente, los esguinces costales son unilaterales, lo que permite diferenciar con claridad la zona lesionada de la sana mediante la exploración clínica.

Es crucial realizar un diagnóstico precoz para evitar la cronificación del cuadro y la aparición de irradiaciones dolorosas hacia otras regiones, como la zona lumbar. El esguince costovertebral es más frecuente que el costotransverso debido a la mayor carga mecánica que soporta la unión posterior de las costillas con la columna vertebral. Excepto las costillas flotantes, todas se articulan con la columna a través de dos puntos de conexión, los cuales están sometidos a un movimiento constante derivado de la respiración.

Dado que la inmovilización es la estrategia clásica para tratar los esguinces articulares, es evidente que en este caso no es viable, pues ello comprometería la función respiratoria. Durante la fase aguda, el paciente intenta evitar cualquier movimiento que genere dolor, lo que resulta desafiante, ya que incluso una respiración profunda puede intensificar la sintomatología. En este contexto, la aplicación de frío en las primeras horas y la diatermia en modo atérmico constituyen estrategias eficaces para reducir la inflamación y mitigar el dolor.

Es fundamental que la persona con un esguince costal comprenda que su recuperación depende, en buena parte, de ciertos cuidados en su vida diaria. Hay gestos que parecen inofensivos, pero que pueden intensificar la molestia o retrasar la curación. Por eso, es recomendable:

  • Evitar los movimientos de torsión, giros del tronco que pueden volver a tensar los ligamentos costales ya comprometidos.
  • Prestar atención a la postura. Sentarse y moverse de forma ergonómica, evitando posiciones incómodas o forzadas, ayuda a que el cuerpo no se resienta más de la cuenta.
  • Reducir al mínimo los esfuerzos físicos innecesarios, especialmente aquellos que puedan provocar dolor o presión en la zona torácica.
  • En la medida de lo posible, controlar los episodios de tos o los estornudos fuertes. Aunque parezca difícil, aprender a contener o amortiguar estas acciones puede prevenir tracciones dolorosas en la región lesionada.
  • Poner atención en evitar cualquier golpe o presión directa sobre las costillas afectadas, incluso si se trata de un roce accidental. La zona necesita protección y descanso para sanar correctamente.

La región costal está intensamente inervada, lo que significa que incluso pequeñas alteraciones pueden producir sensaciones dolorosas muy intensas. Para comprender adecuadamente el origen del dolor torácico en este tipo de lesiones, es esencial realizar una entrevista clínica minuciosa y una exploración física detallada. Estas herramientas permiten al profesional valorar con precisión la situación y, sobre todo, descartar otras causas que pueden generar molestias similares, como una fractura en las costillas o en las vértebras, una irritación de los nervios intercostales, o ciertos procesos inflamatorios que pueden afectar a la unión entre las costillas y el esternón.

ABORDAJE TERAPÉUTICO CON DIATERMIA

El tratamiento fisioterapéutico tiene como objetivo la reducción del dolor y la inflamación, así como la progresiva recuperación de la movilidad funcional. Para ello, se emplean diversas herramientas terapéuticas de manera complementaria a la diatermia:

  • Crioterapia: indicada en la fase inicial para modular la inflamación y disminuir el dolor agudo.
  • Faja de soporte: en algunos casos, su uso puede proporcionar estabilidad y protección, disminuyendo la sintomatología.
  • Termoterapia superficial: pasadas las primeras 48-72 horas, la aplicación de calor moderado mediante infrarrojos, compresas térmicas o parafangos favorece la activación metabólica y la relajación muscular.
  • Ejercicios terapéuticos: una vez superada la fase aguda, la movilidad progresiva del tronco es fundamental para evitar rigideces y prevenir recidivas.

La incorporación de la diatermia en el protocolo de rehabilitación permite una evolución más rápida y eficaz de la lesión, tanto en casos agudos como crónicos. La sinergia entre la diatermia capacitiva y resistiva produce varias acciones y efectos fisiológicos como, por ejemplo: optimiza la modulación de la inflamación y facilita la regeneración de los tejidos dañados, logrando una reducción significativa del dolor desde las primeras sesiones.

Objetivos del tratamiento

El tratamiento fisioterapéutico tiene como finalidad:

  • Reducir el dolor y la inflamación.
  • Favorecer la recuperación de la movilidad torácica.
  • Evitar la limitación funcional y prevenir recidivas.

Diatermia como herramienta terapéutica

El uso de diatermia capacitiva y resistiva permite modular la inflamación, mejorar la vascularización local y acelerar la regeneración tisular. Gracias a la tecnología avanzada en diatermia, se pueden aplicar protocolos personalizados que incluyen:

  • Calibración automática para adaptar la emisión de la corriente a la impedancia del tejido del que estemos tratando paciente.
  • Control dinámico de impedancia, que ajusta la emisión de energía en tiempo real para optimizar la eficacia terapéutica.
  • Posibilidad de tratamiento automático, permitiendo aplicaciones sin intervención constante del terapeuta.
  • Integración con herramientas miofasciales, aprovechando la acción sumatoria del efecto electroquímico, térmico y mecánico con la finalidad de mejorar la elasticidad y liberar restricciones en la fascia torácica.

Protocolos de aplicación de la diatermia para el esguince costal

Periodo agudo (0-72 horas)

Objetivo: Control del dolor e inflamación.

  • Modalidad: capacitiva en modo atérmico.
  • Frecuencia: 470 kHz.
  • Tiempo: 15 minutos.
  • Colocación de la placa pasiva: cuando tratemos un esguince costovertebral o costotransverso, si el paciente está en decúbito supino situaremos la placa a nivel diafragmática. Si se coloca en decúbito lateral la situaremos en la parrilla costal que está apoyada en la camilla, dejando el lado afectado arriba. Por el contrario, si estamos ante un esguince esternocostal situaremos al paciente en decúbito supino y la placa la colocaremos en la espalda aplicando una geometría transversal.
  • Aplicación del electrodo: sobre la articulación afectada y musculatura circundante con contacto ligero.
  • Modo de aplicación: tratamiento manual con movimientos suaves, evitando presiones excesivas.

Periodo subagudo (a partir del tercer día)

Objetivo: Disminuir la contractura refleja y mejorar la funcionalidad muscular.

  • Modalidad: capacitiva con sensación térmica moderada (grado II-III).
  • Frecuencia: 470 kHz.
  • Tiempo: 15-20 minutos.
  • Colocación de la placa pasiva: en la misma posición que en el caso agudo.
  • Aplicación del electrodo: sobre la musculatura periférica, combinando con técnicas miofasciales.
  • Modo de aplicación: tratamiento dinámico con control de impedancia.

Periodo de regeneración y fortalecimiento (a partir de la segunda semana)

Objetivo: Estimular la regeneración tisular y recuperar la estabilidad de la parrilla costal.

  • Modalidad: resistiva en grado III, con mayor intensidad térmica, pero nunca molesto, cuando utilicemos los electrodos clásicos manuales. Sensación térmica moderada, grado II, cuando utilicemos las herramientas miofasciales o los electrodos manos libres.
  • Frecuencia: 470 kHz para mayor profundidad o 700 kHz para estructuras más superficiales.
  • Tiempo: 15-20 minutos.
  • Colocación de la placa pasiva: similar a fases previas.
  • Aplicación del electrodo: directamente sobre los ligamentos afectados, con ligeras presiones y descompresiones.
  • Modo de aplicación: tratamiento manual con técnicas de liberación miofascial o tratamiento automático para mantenimiento de temperatura estable.

NEURODIATERMIA EN EL TRATAMIENTO DEL ESGUINCE COSTAL


La combinación de Diatermia y neuromodulación no invasiva desde nuestro punto de vista mejora el resultado del tratamiento reduciendo de forma más rápida el dolor, la inflamación y la limitación de la movilidad, facilitando la adherencia del paciente al Tratamiento. Hablamos de marcas concretas ya que son las que usamos y a sus características, frecuencias, etc., es a lo que hacemos referencia.

Protocolo de Neurodiatermia para esguince costal: tratamiento en fase aguda y crónica con Medkey y Diatermia


  1. Exploración y diagnóstico

Utilizar el modo diagnóstico del Medkey.
Explorar directamente el arco costal afectado y la región paravertebral correspondiente.
Buscar signos de asimetría tales como adherencia del cabezal, enrojecimiento o palidez de la piel, variaciones en el sonido, diferencias en la percepción del impulso y reacciones elevadas en los valores numéricos del modo diagnóstico.
Ampliar la evaluación hacia la región torácica media y columna dorsal para detectar posibles orígenes radiculares.

  1. Tratamiento con Medkey


Fase aguda

Electrodo recomendado: Cabezal tipo Trigger por su precisión en el espacio intercostal.
Programas sugeridos:

  • Comenzar con el programa Básico (frecuencia de 78 Hz).
  • Continuar con el programa Sedación (460 Hz, con relación de pausa 5:1).
  • Añadir FM Agudo si no hay mejora clara tras la sedación.
    Nivel de energía: Bajo, entre 3 y 20, adaptado a una sensación agradable sin generar molestia.
    Zonas de aplicación:
  • Arco costal afectado, desde la región condrocostal hasta la zona costovertebral.
  • Región paravertebral correspondiente al nivel del nervio intercostal implicado (T1–T11).
  • Región contralateral si hay reflejos o compensaciones musculares.
    Duración aproximada: 15 a 20 minutos.
    Neuromodulación dirigida: estimular específicamente los nervios intercostales del segmento implicado (habitualmente T4–T8), realizando trazos longitudinales en el espacio intercostal afectado.

Fase crónica

Electrodo recomendado: Cabezal tipo Matrix (para trabajo fascial más global) o Trigger (si persisten puntos activos o dolor focalizado).
Programas sugeridos:

  • Iniciar con el programa Básico.
  • Continuar con Trigger o FM Crónico.
  • Incorporar Reorganización o Activación según evolución funcional.
    Nivel de energía: Moderado, entre 10 y 40, ajustado según tolerancia.
    Zonas de aplicación:
  • Región costal afectada incluyendo el recorrido completo de los músculos intercostales.
  • Región fascial torácica y zonas paravertebrales torácicas.
  • Zonas contralaterales y cadenas miofasciales asociadas si es necesario.
    Duración aproximada: 20 a 30 minutos.
    Neuromodulación dirigida: Trabajar sobre las ramas cutáneas y musculares de los nervios intercostales, especialmente en línea axilar media e interespacios con signos de dolor o adherencia fascial.
  1. Tratamiento con diatermia

Fase aguda

Modalidad recomendada: capacitiva.
Frecuencia: 448 o 700 KHz para tratamiento de tejido con inflamación o espasmo muscular.
Aplicación:

  • Electrodo capacitivo aplicado de forma dinámica sobre la región costal afectada.
  • Incluir tratamiento paravertebral dorsal bilateral para efecto neuromodulador reflejo.
    Duración: 8 a 12 minutos.
    Potencia: baja, cuando se trabaja sobre la zona del esguince e hipertérmica cuando trabajemos sobre la contractura muscular refleja.

Fase crónica

Modalidad recomendada: resistiva.
Frecuencia: 300 a 448 KHz, según la profundidad del tejido diana (fascia profunda, articulaciones costovertebrales).
Aplicación:

  • Sobre región costal y fascia intercostal profunda.
  • Trabajar también región costovertebral y costotransversa posterior.
  • Duración: 12 a 18 minutos.
  • Potencia: media o media-alta según tolerancia, buscando viscoelasticidad y reorganización tisular.
  1. Enfoque global y sistémico

Incluir tratamiento reflejo en región torácica superior (T1–T5) si hay implicación del sistema simpático torácico.
Aplicar sobre cadenas miofasciales con patrón cruzado, especialmente si se identifican restricciones en la fascia torácica.
Combinar con ejercicios de movilidad torácica, respiración diafragmática y activación funcional posterior al tratamiento para reforzar el resultado terapéutico.

  1. Consideraciones finales

En la fase aguda se prioriza la analgesia, control del edema y normalización del tono.
En la fase crónica, el objetivo principal es la reorganización fascial, neuromodulación profunda y restauración funcional.
La selección del programa y el ajuste de parámetros debe adaptarse siempre a la respuesta del paciente, guiándose por los cambios perceptibles en tono, ruido y sensación.

TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS

Para optimizar la recuperación del paciente y potenciar los efectos de la diatermia, es recomendable integrar otras estrategias terapéuticas:

  • Terapia manual: la movilización articular y las técnicas de liberación miofascial contribuyen a mejorar la movilidad y reducir restricciones mecánicas en la zona costal.
  • Punción seca: aplicada en los puntos gatillo musculares asociados al dolor referido, puede ser efectiva para disminuir la hipersensibilidad y mejorar la función respiratoria.
  • Electroterapia analgésica: modalidades como TENS o microcorrientes pueden complementar el efecto neuromodulador de la diatermia, disminuyendo la percepción del dolor.
  • Terapia respiratoria: ejercicios dirigidos a optimizar la mecánica ventilatoria pueden ser fundamentales para evitar patrones respiratorios restrictivos y mejorar la oxigenación tisular.
  • Terapia postural y ergonomía: la educación en higiene postural y técnicas de corrección postural pueden prevenir recaídas y mejorar la biomecánica del tronco.
  • Suplementación nutricional: en algunos casos, el uso de colágeno, magnesio y omega-3 puede contribuir a la regeneración de tejidos y a la reducción de la inflamación.

Estas intervenciones, combinadas con la aplicación de diatermia y especialmente de neurodiatermia, configuran un abordaje terapéutico integral, preciso y altamente adaptativo. Este enfoque no solo acelera la recuperación funcional en los esguinces costales, sino que también reduce significativamente el riesgo de cronificación y secuelas a largo plazo.

La utilización de diatermia avanzada, mediante tecnologías como la calibración automática, el control dinámico de impedancia y la posibilidad de modular frecuencias según el tejido diana, permite intervenir de forma eficiente en cada fase del proceso. La sinergia entre modalidades capacitiva y resistiva, junto con la integración de técnicas de neuromodulación y liberación miofascial, potencia los resultados terapéuticos.

La neurodiatermia, al permitir una interacción directa con el sistema nervioso y los patrones fasciales disfuncionales, se posiciona como una herramienta indispensable en el tratamiento de estas lesiones. Personalizar el tratamiento según la fase y respuesta del paciente es la clave para lograr una recuperación más rápida, duradera y respetuosa con la fisiología tisular.

Antes de su aplicación deberemos tener en cuenta tanto las contraindicaciones absolutas como las relativas de la diatermia y la neuromodulación no invasiva bioadaptativa.

 

*Es importante recordar que esta información es solo para fines informativos y no debe considerarse como un sustituto del consejo médico profesional.*

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia. Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros.

Esmeralda Banacloy. Fisioterapeuta: 677.47.20.37

 

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