Esmeralda Banacloy
Fisioterapeuta.
Autora de los libros:
Diatermia Capacitiva y Resistiva. La Excelencia en electroterapia
El arte de la Diatermia/Radiofrecuencia. Creando Belleza y Funcionalidad
Diatermia Musculoesquelética. Conceptos y aplicaciones clínicas
Diatermia Tecarterapia avanzada en patología neuromusculoesquelética
- ¿Por qué aparece la incontinencia urinaria después de la cirugía?
- Factores que influyen en la incontinencia urinaria tras la prostatectomía radical: comprensión y manejo práctico
- Factores intrínsecos del paciente
- Factores derivados de la cirugía
- Otros factores quirúrgicos
- Fisioterapia tras la prostatectomía radical: clave en la recuperación de la continencia urinaria
- DIATERMIA EN HOMBRES CON INCONTINENCIA URINARIA, SIN CANCER, SIN INTERVENCIÓN PROSTÁTICA.
- Objetivos del tratamiento
- Aplicación de la diatermia en el hombre
- Parámetros y técnica
- Protocolo terapéutico
- Complementos al tratamiento
- Contraindicaciones de la diatermia
- Seguimiento
- DIATERMIA TRAS PROSTATECTOMIA POR CANCER
- Puntos clave para el uso seguro y efectivo de la diatermia
- Protocolo terapéutico propuesto
DIATERMIA PARA LA INCONTINENCIA URINARIA MASCULINA. UN ENFOQUE PRÁCTICO
En el momento presente, ha aumentado significativamente la conciencia sobre los beneficios que la fisioterapia puede aportar a las personas con disfunciones del suelo pélvico. Aunque históricamente se ha relacionado más con la salud femenina, la fisioterapia desempeña un papel esencial en el tratamiento de problemas masculinos, como la incontinencia urinaria.
La incontinencia urinaria masculina está frecuentemente asociada a tratamientos médicos relacionados con enfermedades prostáticas, como el cáncer de próstata o la hiperplasia benigna de próstata. Estas afecciones son comunes entre los hombres mayores, especialmente a partir de los 70 años. En particular, el cáncer de próstata es una de las enfermedades oncológicas más frecuentes en este grupo, y su prevalencia crece con la edad. Entre las opciones terapéuticas, la prostatectomía radical —cirugía para extirpar la glándula prostática— es una de las más utilizadas. Sin embargo, una de sus principales complicaciones es la aparición de incontinencia urinaria.
¿Por qué aparece la incontinencia urinaria después de la cirugía?
A pesar de los avances en las técnicas quirúrgicas, la incontinencia urinaria sigue siendo una consecuencia común tras una prostatectomía. Las tasas de incidencia son variables, pero un número significativo de hombres experimenta este problema, sobre todo en el primer año tras la operación.
Durante los primeros seis meses, es habitual que los pacientes sufran episodios frecuentes de pérdidas de orina. Aunque estos tienden a disminuir con el tiempo, una proporción considerable continúa enfrentándose a dificultades incluso pasado el primer año.
Las causas principales de estas pérdidas suelen estar relacionadas con el esfuerzo físico. No obstante, otro factor importante es la vejiga hiperactiva, una afección que afecta a casi la mitad de los hombres operados. Este trastorno incluye síntomas como urgencia para orinar y micción nocturna frecuente (nicturia), y se estima que más del 20% de los casos de incontinencia están relacionados con este problema.
La incontinencia urinaria tiene un impacto profundo en la calidad de vida, especialmente en los primeros meses tras la cirugía. Las pérdidas constantes de orina pueden generar inseguridad, vergüenza y un malestar emocional significativo. Esto afecta la autoestima, fomenta la ansiedad y, en algunos casos, puede desencadenar depresión.
Estos problemas emocionales y sociales suelen llevar a los pacientes a evitar actividades físicas y sociales, lo que puede empeorar su estado físico y mental, formando un círculo vicioso que deteriora aún más su bienestar general.
La fisioterapia ofrece una respuesta esperanzadora a estos desafíos. Al trabajar con ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico y estrategias diseñadas para controlar las pérdidas urinarias, los fisioterapeutas tienen el potencial de transformar no solo el aspecto físico, sino también el emocional y social de sus pacientes.
Factores que influyen en la incontinencia urinaria tras la prostatectomía radical: comprensión y manejo práctico
La prostatectomía radical es una intervención clave en el tratamiento del cáncer de próstata. Sin embargo, puede comprometer el sistema de continencia urinaria debido a diversos factores relacionados tanto con las características del paciente como con el procedimiento quirúrgico. Identificar y comprender estos factores es esencial para diseñar tratamientos personalizados que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Factores intrínsecos del paciente
Los elementos propios de cada paciente pueden influir significativamente en el desarrollo de la incontinencia urinaria tras la cirugía. Entre los más relevantes, se encuentran:
- Edad avanzada: los hombres mayores de 60 años presentan tejidos menos elásticos y una capacidad de cicatrización reducida, lo que dificulta la recuperación de la continencia.
- Índice de masa corporal (IMC): un IMC elevado (30 o más) está relacionado con un mayor riesgo de incontinencia y síntomas más severos, aunque no todos los estudios son concluyentes en este aspecto.
- Alteraciones previas del tracto urinario: problemas como vejiga hiperactiva, infecciones urinarias recurrentes o disfunciones previas pueden incrementar la probabilidad de incontinencia tras la cirugía.
- Enfermedades sistémicas: afecciones como la diabetes afectan la calidad de los tejidos, dificultando la recuperación funcional.
Factores derivados de la cirugía
La técnica quirúrgica utilizada y la experiencia del equipo médico tienen un impacto directo en el riesgo de desarrollar incontinencia urinaria. Los factores más importantes incluyen:
- Preservación anatómica: la conservación de estructuras clave, como el cuello vesical y las bandeletas neurovasculares, es crucial para preservar la función del sistema de continencia.
- Calidad de la anastomosis vesicouretral: una conexión estable y funcional entre el cuello vesical y la uretra mejora significativamente el control urinario postoperatorio.
- Técnica quirúrgica: la cirugía robótica ha demostrado ser más precisa, reduciendo complicaciones y favoreciendo una recuperación más rápida de la continencia y la función eréctil en comparación con las técnicas tradicionales.
El esfínter uretral externo es una estructura muscular fundamental en el control urinario. Tras una prostatectomía radical, su capacidad de cierre puede disminuir significativamente, afectando negativamente la continencia. Además, la formación de tejido fibroso en la zona quirúrgica puede dificultar aún más su función, incrementando el riesgo de pérdidas urinarias.
Las bandeletas neurovasculares contienen fibras nerviosas y vasculares esenciales para el funcionamiento del esfínter uretral y del suelo pélvico. La preservación de las bandeletas puede acelerar la recuperación inicial de la continencia, aunque su impacto a largo plazo sigue siendo motivo de investigación.
Otros factores quirúrgicos
Procedimientos adicionales, como la radioterapia o las resecciones transuretrales, pueden aumentar significativamente el riesgo de incontinencia urinaria. En particular, la radioterapia previa o posterior a la prostatectomía puede deteriorar los tejidos, incrementando las complicaciones postoperatorias.
Implicaciones para el tratamiento. Identificar los factores de riesgo individuales permite diseñar planes de tratamiento más efectivos y adaptados a las necesidades de cada paciente. Entre las prioridades se encuentran:
- Mejorar el control motor del suelo pélvico.
- Reducir la fibrosis y las limitaciones asociadas.
- Fortalecer el esfínter uretral externo.
- Potenciar la musculatura general del suelo pélvico.
Fisioterapia como medida preventiva. La fisioterapia previa a la prostatectomía radical es esencial, cada vez más estudios avalan que los pacientes que realizan ejercicios del suelo pélvico antes de la cirugía suelen tener menos riesgo de incontinencia, especialmente durante los primeros tres meses. Además, aprender estos ejercicios previamente facilita su correcta ejecución tras la intervención, favoreciendo la recuperación funcional.
Fisioterapia tras la prostatectomía radical: clave en la recuperación de la continencia urinaria
En el período postoperatorio de una prostatectomía radical, la fisioterapia se ha consolidado como una herramienta fundamental para acelerar la recuperación de la continencia urinaria. Las guías de práctica clínica recomiendan iniciar la rehabilitación tan pronto como se retire el catéter uretral, ya que un enfoque temprano puede marcar la diferencia en el proceso de recuperación del paciente.
Beneficios de la fisioterapia postoperatoria
La fisioterapia tras la prostatectomía radical ofrece beneficios tangibles, entre los que destacan:
- Reducción del tiempo de recuperación: los programas de rehabilitación pueden disminuir significativamente la duración de la incontinencia urinaria, con mejoras evidentes en los primeros 3 a 6 meses tras la cirugía.
- Eficacia de las técnicas especializadas: los ejercicios del suelo pélvico, combinados con herramientas como el biofeedback y la electroestimulación, son altamente efectivos para mejorar la función del esfínter urinario y la musculatura del suelo pélvico.
La fisioterapia supervisada en clínica ofrece una recuperación más rápida y reduce la magnitud de los síntomas en menor tiempo.
Por poner un ejemplo: los pacientes que reciben atención fisioterapéutica directa suelen experimentar una mejoría más temprana en su control urinario, lo que contribuye a un incremento de la calidad de vida durante las primeras semanas de recuperación.
Fisioterapia a largo plazo
Aunque la mayoría de las investigaciones se centran en los beneficios inmediatos de la fisioterapia postoperatoria, también existe evidencia de su utilidad en etapas más avanzadas, especialmente para pacientes que presentan síntomas persistentes tras el primer año de la cirugía.
Este enfoque a largo plazo incluye:
- Reentrenamiento muscular: fortalecer el suelo pélvico y mejorar su resistencia en pacientes que aún enfrentan problemas de continencia urinaria.
- Preparación para intervenciones quirúrgicas: en casos donde se considere necesario un tratamiento quirúrgico adicional, como la colocación de una malla retrouretral, la fisioterapia puede optimizar las condiciones del suelo pélvico, aumentando las probabilidades de éxito.
Siempre que sea posible vale la pena optar por opciones conservadoras antes que la intervención quirúrgica.
La fisioterapia desempeña un papel crucial en la recuperación cuando se vuelve precisa la prostatectomía, siendo una herramienta indispensable para prevenir y tratar la incontinencia urinaria. Desde las primeras semanas tras la cirugía hasta el tratamiento a largo plazo, los ejercicios del suelo pélvico y otras técnicas especializadas han demostrado su efectividad para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La imprescindible personalización de los protocolos de tratamiento, la supervisión de fisioterapeutas especializados y el inicio temprano de la rehabilitación son factores clave para maximizar los beneficios. Integrar este enfoque dentro de la atención global del paciente prostatectomizado asegura una recuperación más rápida, efectiva y completa, tanto en el aspecto físico como emocional.
DIATERMIA EN HOMBRES CON INCONTINENCIA URINARIA, SIN CANCER, SIN INTERVENCIÓN PROSTÁTICA.
El uso de la diatermia capacitiva y resistiva en el tratamiento de la incontinencia urinaria en hombres que no han sido sometidos a prostatectomía y sin antecedentes de cáncer puede ser una herramienta terapéutica efectiva para mejorar el control urinario. Los efectos fisiológicos provocados por la diatermia pueden ayudar a optimizar el funcionamiento del suelo pélvico, incrementar la vascularización y facilitar la regeneración de tejidos afectados por condiciones como la debilidad muscular, la inflamación y la hipertrofia benigna de próstata.
Objetivos del tratamiento:
- Mejorar la fuerza y resistencia del suelo pélvico masculino.
- Estimular la circulación local, favoreciendo el metabolismo tisular y la reparación celular.
- Disminuir posibles tensiones o contracturas en las estructuras pélvicas que puedan afectar la función urinaria. Tratamiento del S. de dolor miofascial.
- Fortalecer estructuras de soporte pélvico, como la fascia endopélvica y los ligamentos, para optimizar el cierre del esfínter uretral.
- Disminuir el dolor y la inflamación
Aplicación de la diatermia en el hombre:
Evaluación inicial:
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- Analizar la función del suelo pélvico mediante una valoración fisioterapéutica especializada.
- Identificar posibles debilidades musculares, zonas de dolor, contracturas o disfunciones del esfínter uretral.
Modalidades específicas:
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- Capacitiva:
- Indicada para trabajar los músculos del suelo pélvico masculino.
- Acelera la tasa metabólica y relaja, mejorando la vascularización y potenciando la oxigenación de los tejidos.
- Disminuye las sensaciones de incomodidad, dolor y/o malestar del paciente
- Resistiva:
- Aplicada en estructuras de mayor resistencia, como tendones, fascias y ligamentos.
- Ideal para reforzar los tejidos de soporte que contribuyen al control de la continencia.
- Tratamientos de trigger point
- Capacitiva:
Parámetros y técnica:
- Frecuencia: usar un rango entre 300 kHz (con un gran efecto neuromodulador) y 500 kHz, teniendo en cuenta también la profundidad del tejido a tratar.
- Intensidad: se recomienda que el paciente experimente una sensación agradable de calor, nunca molesta, sobre todo si trabajamos de forma intracavitaria. Cuando el objetivo del tratamiento sea mejorar la calidad del tejido conectivo/sostén utilizaremos la modalidad resistiva extracavitaria y buscaremos que el paciente experimente sensaciones hipertérmicas, pero de ningún modo molestas. Es importante preguntar con frecuencia al paciente qué sensación térmica percibe y comprobar con un termómetro de infrarrojos la temperatura de la piel y los grados que ha aumentado desde el inicio del tratamiento. También podemos realizar comprobaciones con nuestro dedo de forma intracavitaria.
- Duración: 15-20 minutos por sesión, dependiendo del área a tratar y la tolerancia del paciente.
- Electrodos y posición:
- Posicionar al paciente en decúbito supino con las piernas flexionadas o ligeramente separadas para acceder mejor a la zona perineal para el tratamiento intracavitario, en decúbito supino para tratamiento clásico con electrodos standard extracavitarios.
- Aplicar el electrodo capacitivo o resistivo en áreas como el perineo y la región suprapúbica, evitando contacto directo con los testículos.
Protocolo terapéutico:
Preparación:
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- Aplicar gel conductor en las zonas seleccionadas para garantizar un buen deslizamiento en tratamiento intracavitario. Usaremos crema de diatermia en el tratamiento extracavitario.
Capacitiva:
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- Iniciar con esta modalidad para calentar los tejidos de forma extracavitaria y mejorar la vascularización del suelo pélvico.
- Aplicar sobre el perineo y la musculatura pélvica durante 8-10 minutos.
- En caso de utilizar la técnica intracavitaria trabajaremos con sensaciones térmicas suaves, usando un cubresondas para cada paciente y desplazando lentamente el electrodo.
Resistiva:
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- Continuaremos con la modalidad resistiva extracavitaria para trabajar estructuras de soporte profundo, como la fascia endopélvica.
- Aplicaremos en la región del pubis o áreas específicas donde se requiera un aumento del trofismo y de la capacidad regeneradora de los tejidos, durante 10-15 minutos.
Colocación de la placa de retorno:
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- Lo indicado es aplicar una geometría transversal o longitudinal corta, situándola en la región abdominal baja o en la sacra, según la zona donde se va a realizar el tratamiento y/o la localización del tejido diana.
Frecuencia:
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- Tanto si trabajamos extracavitario como si lo hacemos intracavitario recomendamos programar el equipo con frecuencias bajas del orden de los 448 – 470KHz
Complementos al tratamiento:
Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico:
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- Introducir ejercicios específicos, como contracciones voluntarias del suelo pélvico o ejercicios de Kegel, para potenciar la activación muscular.
- Utilizar técnicas de biofeedback si están disponibles, para optimizar el control del paciente.
Educación postural y biomecánica:
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- Enseñar al paciente cómo evitar presiones excesivas en el suelo pélvico, especialmente durante actividades diarias.
Terapias combinadas:
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- Complementar la diatermia con masajes perineales o estiramientos suaves, si es necesario. Neuromodulación de las raíces sacras y/o tibial anterior para regular la función vesical.
Tratamiento farmacológico:
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- El urólogo según los casos puede prescribir alfabloqueantes y pregabalina.
Contraindicaciones de la diatermia:
En general, las contraindicaciones de la diatermia son las mismas que las de las corrientes de alta y media frecuencia.
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- Absolutas: confirmar la ausencia de cáncer activo o en vigilancia oncológica, infecciones, estados febriles, implantes metálicos en la región y dispositivos electrónicos implantados (marcapasos, implantes cocleares…), trastornos de coagulación, flebitis, trombos, hemorragia y arteriopatía.
- Relativas: disminución de la sensibilidad en el área a tratar, hipersensibilidad cutánea, heridas abiertas, enfermedades cardiovasculares que requieran precaución adicional, pacientes con un sistema inmunitario debilitado.
Seguimiento:
- Reevaluar periódicamente la fuerza y coordinación del suelo pélvico.
- Monitorear mejoras en la continencia urinaria y ajustar el protocolo según los progresos observados.
Este enfoque asegura que el tratamiento sea seguro, eficaz y adaptado a las necesidades del paciente, siempre trabajando en colaboración con un equipo multidisciplinario de salud.
DIATERMIA TRAS PROSTATECTOMIA POR CANCER:
Es fundamental garantizar la seguridad del paciente, especialmente en casos con antecedentes oncológicos.
Puntos clave para el uso seguro y efectivo de la diatermia:
Autorización médica y alta del paciente:
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- Antes de iniciar cualquier tratamiento con diatermia en pacientes prostactemizados por cáncer, es imprescindible que contemos con la autorización explícita del médico especialista responsable del paciente.
- Debe confirmarse que el paciente está completamente libre de cáncer (alta médica total), ha superado el tiempo de vigilancia oncológica necesario, y no existen riesgos relacionados con el uso de la terapia de diatermia.
Evaluación inicial:
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- Realizar una evaluación exhaustiva del estado del suelo pélvico del paciente, identificando posibles déficits musculares, puntos de dolor, áreas de tensión, y factores asociados a la incontinencia urinaria, como debilidad en el músculo elevador del ano o hipotonía del esfínter uretral.
Indicaciones específicas de la diatermia:
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- Capacitiva: utilizada para trabajar en los tejidos hidratados o bien vascularizados como la musculatura del suelo pélvico, mucosas. El objetivo es disminuir las molestias que sufre el paciente, favorece la activación muscular, mejora la vascularización y facilita la regeneración de tejidos.
- Resistiva: ideal para tejidos con mayor resistencia al paso de la corriente, como ligamentos, tendones y fascias del suelo pélvico, ayudando a mejorar las estructuras de soporte.
Protocolo terapéutico propuesto:
Preparación del paciente:
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- Posicionar al paciente de manera cómoda (decúbito supino con rodillas flexionadas, por ejemplo).
- Usar electrodos específicos para la región pélvica, asegurándose de respetar la privacidad y comodidad del paciente.
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- Aplicar gel conductor sobre el cubresondas para mejorar el deslizamiento cuando utilicemos los electrodos intracavitarios y crema de diatermia/radiofrecuencia en la zona de aplicación cuando trabajemos de forma extracavitaria.
Fase de tratamiento:
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- Capacitiva: para tratamiento muscular. Esto estimulará la circulación sanguínea, mejorará la oxigenación y preparará los tejidos para una activación más eficaz.
- Resistiva: aplicar en estructuras como ligamentos y fascias pélvicas, reforzando el soporte estructural y mejorando el estado de las fibras de colágeno.
Duración y parámetros:
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- Frecuencia: entre 300 kHz y 500 kHz, según profundidad del tejido diana.
- Duración: 15-20 minutos por sesión, dependiendo del protocolo establecido y la tolerancia del paciente.
- Intensidad: agradablemente cálida, nunca molesta, adaptada a la percepción del paciente.
Complementos al tratamiento:
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- Combinar la diatermia con ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico (como los ejercicios de Kegel o hipopresivos) para potenciar los efectos terapéuticos.
- Incluir técnicas de educación postural y biomecánica para prevenir recaídas.
Seguimiento:
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- Registrar los cambios en la sintomatología del paciente, como la mejora en el control urinario o reducción de episodios de incontinencia.
- Reevaluar periódicamente para ajustar los parámetros y protocolos según los avances.
El tratamiento tras intervenciones de prostatectomía por cáncer debe ser siempre llevado a cabo por un profesional cualificado y con autorización médica, para garantizar un tratamiento seguro, eficiente y orientado a las necesidades específicas del paciente.
*Para información más detallada, se recomienda consultar con un urólogo. Es importante recordar que esta información es solo para fines informativos y no debe considerarse como un sustituto del consejo médico profesional.
Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia. Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros.
Esmeralda Banacloy. Fisioterapeuta: 677.47.20.37