Francisco Barrios Marco.
Esmeralda Banacloy Martínez
Fisioterapeutas.
Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA EN EL TRATAMIENTO DE PATOLOGÍAS AGUDAS
La mayoría de los pacientes acuden a las consultas de fisioterapia cuando sus lesiones o patologías se encuentran en una fase subaguda o crónica. Si trabajamos en colaboración con traumatólogos, cirujanos o en el ámbito deportivo nos va a llegar un paciente para su tratamiento en las primeras 24-48h tras haberse lesionado. Disponemos, en general de un amplio arsenal terapéutico para tratar alteraciones subagudas o más cronificadas; pero no tanto para los casos agudos.
Cuando el organismo sufre una lesión traumática, pueden verse afectados los músculos de la zona, tejido conectivo, ligamentos, vasos sanguíneos y nervios. Tras el traumatismo las células lesionadas liberan algógenos que irritaran las terminaciones nerviosas nociceptoras, las cuales enviaran señales al cerebro que se interpretan como dolor. El sistema nervioso vegetativo suele reaccionar provocando un espasmo muscular para proteger la zona y que la lesión no vaya a más con el movimiento. A su vez, si se ha producido rotura de vasos sanguíneos habrá un derrame más o menos extenso y esto provocará la presencia de proteínas libres en la región dañada que favorecerá el acumulo de agua y el consiguiente edema. El objetivo inicial del tratamiento de fisioterapia es controlar sobre todo el dolor, la contractura muscular refleja, el proceso inflamatorio y alcanzar la recuperación funcional en el menor tiempo posible. Para ello tendremos que favorecer la recuperación biológica, la reabsorción de edemas y hematomas, la eliminación de sustancias de desecho, acelerar del proceso de cicatrización y asegurar el reposo de la zona lesionada.
En principio podríamos pensar que la hipertermia o diatermia profunda, al considerarse termoterapia, no debería usarse en estas etapas iniciales; pero nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto, que la usaremos tanto con la técnica capacitiva como con la resistiva en su modalidad atérmica.
Este término atérmico no es del todo correcto, porque aunque el paciente no pueda percibirlo, siempre que el cuerpo humano se ve sometido a la acción de campos electromagnéticos o esté atravesado por corrientes de alta frecuencia, se producirá un ligero aumento de la temperatura en el tejido tratado; pero puede ser tan leve que aunque el sistema vegetativo reacciona, el paciente no es consciente de dicha elevación.
Los efectos de la diatermia capacitiva y resistiva atérmica son entre otros: la activación del metabolismo celular por inducción de la actividad de la membrana, incremento del la concentración de ATP y de la actividad de la ATPasa, aumento de la actividad microcirculatoria, elevación del consumo de oxígeno, activación del drenaje linfático, incremento de la calcificación ósea y regeneración tisular.
Por todo ello está especialmente indicada en el tratamiento de patologías agudas ligamentosas, tendinosas, musculares, radiculopatías, todo tipo de lesiones deportivas y rehabilitación post-quirúrgica.
Para realizar una correcta aplicación de la técnica capacitiva y resistiva atérmica la velocidad de desplazamiento de los electrodos ha de ser lenta y distendida, trabajaremos con intensidades bajas, el paciente no tiene que referir sensación térmica, si el equipo de diatermia tiene la posibilidad trabajaremos en modo pulsado, usaremos electrodos de mayor diámetro, la distancia entre la placa de retorno y el electrodo será grande y a ser posible realizaremos maniobras que favorezcan drenaje linfático.
LAS VENTAJAS DE REALIZAR UN TRATAMIENTO ATÉRMICO SON:
- Se pueden, realizar si lo creemos oportuno, varias sesiones al día.
- Con el permiso del cirujano podemos iniciar el tratamiento a las pocas horas de la intervención.
- No tienen efectos secundarios, no es invasivo y no resulta doloroso.
- Tiene un amplio espectro en la activación de regeneración tisular.
- Evita adherencias y fibrosis.
- Acorta los tiempos de recuperación.
Hoy en día existen en el mercado fabricantes de equipos de diatermia que dotan a sus aparatos de unas características especiales para realizar tratamientos atérmicos con total garantía. En general podríamos pensar que trabajando con poca intensidad, aunque tengamos un equipo potente, sería suficiente; pero no es del todo correcto. La técnica de aplicación es muy importante y si nuestro equipo dispone de una modulación de la frecuencia resulta mucho más eficaz. Hay estudios que demuestran que la estimulación pulsada interacciona con los mecanismos respiratorios celulares, aumentando las reacciones metabólicas y los procesos de reparación tisular (Nikolaev 1984). Si además contamos con un control de frecuencia de emisión, que se adapte a las características del tejido, se optimizará la transferencia energética al encontrar las condiciones de resonancia tisular.
Una vez pasada la fase aguda continuaríamos el tratamiento con la diatermia en modo térmico para activar la macrocirculación y continuar con la recuperación.