Esmeralda Banacloy
Fisioterapeuta. Autora del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA / RADIOFRECUENCIA EN EL TRATAMIENTO DE LAS ESCARAS O ÚLCERAS POR PRESIÓN
A las úlceras por presión (UPP) se les conoce también por el nombre de escaras. Es uno de los tratamientos dermátofuncionales que podemos trabajar con diatermia/radiofrecuencia. Estas lesiones aparecen cuando existe una presión y/o fricción prolongada en una zona del cuerpo, lo cual hace que disminuya considerablemente el riego sanguíneo y a la larga muerte o necrosis tisular. Esta presión puede ser causada por permanecer sentado o acostado en una misma posición durante mucho tiempo, o por el uso de dispositivos ortopédicos, como férulas o escayolas.
Las úlceras por presión se producen principalmente por una combinación de dos factores: presión y cizalla.
- La presión es la fuerza que se ejerce perpendicularmente a la piel. Cuando una persona permanece en una misma posición durante mucho tiempo, la presión ejercida por el cuerpo sobre la superficie de apoyo puede ser suficiente para dañar los tejidos subyacentes.
- La cizalla es la fuerza que se ejerce paralelamente a la piel. Cuando una persona se mueve, la piel puede deslizarse sobre la superficie de apoyo, lo que puede causar daño a los tejidos subyacentes.
Habitualmente se localizan en aquellos lugares del cuerpo donde existen prominencias ósea, como, por ejemplo, la parte posterior de la cabeza, la espalda, los hombros, los codos, las caderas, el sacro y los talones.
El diagnóstico de las úlceras se suele realizar mediante un examen físico. El especialista también puede realizar pruebas para determinar la gravedad de la úlcera y descartar otras causas de las lesiones, como la infección.
Causas y factores que aumentan el riesgo de desarrollar úlceras por presión:
- Inmovilidad prolongada
- Pérdida de la sensibilidad, como las sufridas en diabetes o neuropatías
- Edad avanzada
- Sedestación prolongada
- Debilidad muscular
- Mala circulación, pacientes con insuficiencia venosa o arteriosclerosis tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras por presión
- Piel seca y frágil
- Pérdida importante de peso
- Mala nutrición, las carencias nutricionales disminuyen las defensas del organismo, haciéndolos más proclives a padecer infecciones, lo que incrementa el riesgo de complicaciones en las úlceras por presión
- Ingesta de medicamentos como los corticosteroides pueden incrementar el riesgo de desarrollar escaras
Las úlceras por presión pueden ser de varios tipos, y se clasifican en cuatro grados según su profundidad:
- Úlceras superficiales: afectan a la piel y la capa más superficial del tejido subyacente.
- Grado I: piel enrojecida, pero intacta.
- Grado II: pérdida parcial de la epidermis y/o dermis
- Úlceras profundas: afectan a capas más profundas de tejido, como el músculo y el hueso.
- Grado III: pérdida total de la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo.
- Grado IV: pérdida total de la piel, el tejido subcutáneo, y tejidos más profundos como tendones, músculo y llega al hueso
Los primeros síntomas de una úlcera por presión suelen ser enrojecimiento de la piel, hinchazón y dolor. A medida que la úlcera empeora, puede formarse una abertura en la piel, con secreción de pus en caso de infección y mal olor.
Las úlceras por presión pueden causar complicaciones graves, como:
- Infección: las úlceras por presión infectadas pueden provocar sepsis, una infección generalizada que puede poner en peligro la vida.
- Hemorragia: algunas úlceras por presión profundas dan lugar a hemorragias.
- Desnutrición: las úlceras por presión pueden dificultar la alimentación y la hidratación, lo que puede provocar desnutrición.
- Deterioro de la calidad de vida: son causa de dolor, malestar y discapacidad.
El tratamiento ha de iniciarse lo antes posible para evitar que se agrave y dependerá del grado de la úlcera, pero en general consiste en limpiar la úlcera, aplicar apósitos y antibióticos, y controlar la infección. El tratamiento de las úlceras por presión se centra en:
Aliviar la presión sobre la piel afectada al:
- Cambiar de posición con frecuencia para redistribuir la presión sobre la piel. Existen sistemas de posicionamiento que permiten cambiar al paciente de posición sin ayuda.
- Utilizar dispositivos de ayuda para la movilidad, como una silla de ruedas o un andador.
- Aplicar un colchón / cojín antiescaras.
Promover la cicatrización, para lo cual se pueden utilizar una variedad de tratamientos, como:
- La limpieza y el cuidado de la úlcera. Los apósitos ayudan a mantener la zona limpia e hidratada y a prevenir la infección. Desbridamiento o eliminación de del tejido necrosado y desvitalizado se puede realizar de forma mecánica, química o quirúrgica.
- La aplicación de antibióticos para prevenir la infección.
- La terapia con presión negativa
- El tratamiento con diatermia/radiofrecuencia capacitiva y resistiva
- El injerto de piel
TRATAMIENTO CON DIATERMIA PARA LAS ÚLCERAS
El leve aumento de la temperatura que vamos a provocar al aplicar la diatermia tiene una serie de efectos beneficiosos en las úlceras, como:
- El aumento de la circulación sanguínea. Al mejorar el flujo sanguíneo en la zona afectada ayudaremos a incrementar la saturación de oxígeno e incrementar los nutrientes en los tejidos, lo que favorecerá su reparación.
- La reducción de la inflamación ayuda a eliminar desechos y toxinas de la zona afectada. Esto también ayudará a prevenir la infección
- Analgesia, mejorando la calidad de vida del paciente.
- La estimulación del metabolismo celular acelerará la cicatrización de la úlcera, al tiempo que previene la infección.
Muy importante recordarle al paciente que debe estar bien hidratado y ha de beber, al menos un par de vasos de agua, antes de realizarse tratamiento con diatermia.
La diatermia está indicada para el tratamiento de las úlceras de diversas causas, como:
- Úlceras venosas: son las más frecuentes.
- Úlceras arteriales:debidas por una obstrucción de las arterias de las piernas. No trataremos arteriopatías moderadas-graves, o si se sospecha la presencia de trombos.
- Úlceras diabéticas:en las que deberemos tener un cuidado extremo, debido a la falta de sensibilidad térmica y/o dolorosa que sufren muchos de los pacientes con mal plantar o pie diabético.
- Úlceras por presión:Las úlceras por presión se producen por una presión prolongada sobre la piel.
TRATAMIENTO CON DIATERMIA CAPACITIVA Y RESISTIVA DE LAS ESCARAS
Efectividad de la diatermia en úlceras/escaras. La diatermia es un tratamiento seguro y bien tolerado por los pacientes. Hay que tener en cuenta que la edad del paciente y la cronicidad de la lesión va a determinar la evolución de esta. En estudios realizados, se ha demostrado que la diatermia puede acelerar la cicatrización de las úlceras, reducir su tamaño y mejorar su apariencia.
Aplicación del electrodo capacitivo: lo desplazaremos alrededor de la úlcera, pero nunca directamente sobre ella. Elegiremos el electrodo de tamaño medio, aproximadamente 50mm. Previamente habremos extendido por la piel, alrededor de la úlcera y zona de presión, una capa generosa de crema de radiofrecuencia. Muy importante que el paciente esté bien hidratado.
Colocación de la placa pasiva: el objetivo fundamental del tratamiento es incrementar el riego sanguíneo, para conseguir regenerar el tejido y acelerar la cicatrización, y promover el drenaje tanto venoso como linfático, por lo que recomendamos realizar una geometría longitudinal media o larga, según los casos. Es recomendable extender una ligera capa de crema sobre la superficie de la placa que va a estar en contacto con la piel del paciente.
Tiempo de tratamiento total: variará en función de la extensión de la zona a tratar, y de si realizamos sólo el tratamiento resistivo o combinado con el capacitivo. El tiempo total de la sesión será aproximadamente de 20-30 minutos.
Intensidad: trabajaremos con potencias baja, buscando sensaciones térmicas muy bajas, Grado I-II, o incluso atérmicas las primeras sesiones. También podemos seleccionar el programa especial atérmico o pulsado 50 en capacitivo para trabajar con un poco más de potencia, pero sin elevar la sensación térmica. Hay que tener en cuenta que tanto los pacientes diabéticos con neuropatía periférica como los largamente encamados, debido a una parálisis cerebral, daño medular, coma o que han sufrido politraumatismos, pueden tener alterada la sensibilidad térmica y dolorosa, por lo que no podrán darnos un feedback fiable de su percepción. En estos casos debemos extremar las precauciones, y varias veces a lo largo de la sesión del tratamiento tendremos que medir la temperatura con un termómetro de infrarrojos, tocar con nuestra mano la zona que estamos tratando y comprobar la información que nos da el display de nuestro equipo, para asegurarnos que en ningún momento sobrepasamos la sensación térmica adecuada para este tipo de tratamientos, ya que si trabajamos con una potencia excesiva y/o sensaciones térmicas elevadas podremos complicar el cuadro y producir una quemadura.
Frecuencia: dependerá de la profundidad y extensión de la úlcera. En escaras o úlceras profundas se recomienda trabajar con frecuencias medias-bajas, sobre 448-700KHz, en las superficiales nos quedaremos con una frecuencia intermedia de 0,7MHz.
Periodicidad de las sesiones: las dos primeras semanas trabajaremos diariamente o en días alternos, tras la segunda semana de tratamiento lo recomendado sería un par de sesiones hasta que veamos que ha cicatrizado la úlcera.
Aplicación del electrodo resistivo: en úlceras de miembros inferiores podemos realizar un tratamiento resistivo, dejando el electrodo fijo en la planta del pie en un lugar donde no haya heridas o desplazándolo cuidadosamente por la planta del pie. Si realizamos un tratamiento estático podemos utilizar el electrodo de mayor diámetro, en caso de ser una aplicación dinámica lo recomendable sería el de tamaño medio. Los electrodos resistivos convexos se adaptan muy bien a esta zona del pie. La modalidad resistiva va a calentar tejidos poco hidratados o vascularizados como los ligamentos, huesos, fascia, tendones y nervios. En el pie y la pantorrilla hay una gran cantidad de estos tejidos, por lo que al elevar ligeramente la temperatura el cuerpo responderá mandando una gran cantidad de sangre arterial a esta zona para enfriarlos. La modalidad resistiva también se puede utilizar en úlceras que están sobre protuberancias óseas, con la finalidad de calentar el hueso; pero sin llegar a pasar el electrodo por encima de la úlcera, hasta que no esté cicatrizada.
Colocación de la placa pasiva: en úlceras en los miembros inferiores podemos aplicar una geometría longitudinal media o larga, colocando la placa en gemelos o en isquiotibiales si el paciente está en decúbito supino, o en cuádriceps si está en decúbito prono. Es recomendable extender una ligera capa de crema sobre la superficie de la placa que va a estar en contacto con la piel del paciente. En el caso de una escara en el sacro pondríamos la placa de retorno en la zona baja del abdomen, para realizar un tratamiento transversal y calentar bien toda la pelvis
Tiempo de tratamiento total: variará en función de la extensión de la zona a tratar, y de si realizamos sólo el tratamiento resistivo o combinado con el capacitivo. El tiempo total de la sesión será aproximadamente de 20-30 minutos.
Intensidad: trabajaremos buscando sensaciones térmicas muy suaves, Grado I-II, también podríamos seleccionar el programa especial pulsado o el atérmico, para trabajar con un poco más de potencia; pero con la seguridad de no aumentar en exceso la temperatura.
Frecuencia: cuando realicemos un tratamiento en la planta del pie con la finalidad de aumentar ligeramente la temperatura de toda la extremidad inferior se recomienda aplicar una frecuencia baja.
El tratamiento está contraindicado en aquellas úlceras que tienen tendencias hemorrágicas o si hay infección, en cuyo caso primero se deberá realizar el tratamiento farmacológico adecuado, y una vez superada podremos aplicar la diatermia. También deberemos tener en cuenta el resto de las contraindicaciones, tanto absolutas como relativas de la aplicación de la diatermia.
Mucha precaución en estos pacientes encamados o con la movilidad muy reducida, ya que pueden presentar además de las úlceras por presión alteraciones vasculares, como por ejemplo trombos, en cuyo caso no podremos aplicar la diatermia. En caso de duda, siempre se ha de consultar al especialista en patología vascular la idoneidad del tratamiento.
La mejor manera de prevenir las úlceras por presión es evitar la presión sobre la piel y mejorar el riego sanguíneo de estas zonas más sensibles. Esto se puede hacer mediante:
- Realizar cambios posturales con frecuencia, especialmente si está en la cama o en una silla durante un período prolongado de tiempo, cada dos horas, si es posible.
- Use una cama o silla con dispositivos de alivio de la presión.
- Masajear suavemente la piel
- Eleve las piernas cuando esté acostado.
- Mantener la piel limpia, seca e hidratada.
- Aplicar crema hidratante para mantener la piel flexible.
- Evitar la fricción y la presión sobre la piel.
- Evitar el uso de ropa ajustada que pueda restringir el movimiento y aumentar la presión sobre la piel.
- Aplicar la diatermia de forma preventiva.