Esmeralda Banacloy Martínez.

Francisco Barrios Marco.

Fisioterapeutas.

Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva

DIATERMIA y BOMBA DIAMAGNÉTICA CTU Mega 20

Podemos decir que cualquier cuerpo o materia cuando se ve sometida a la acción de un campo magnético puede comportarse de tres formas diferentes y según su reacción se la clasifica como:

  • Paramagnética, se ven atraída de forma muy débil hacia la zona más intensa del campo magnético.
  • Diamagnética, experimenta una débil repulsión hacia las zonas de menor campo.
  • Ferromagnética, es la que se ve fuertemente atraída hacia las zonas más intensas del campo.

El agua es una sustancia diamagnética por lo que cuando se le somete a la acción de un campo magnético experimenta una repulsión del mismo. La bomba diamagnética trabaja con intensidades muy elevadas y es capaz de influenciar directamente la dinámica de los fluidos corporales, por lo tanto en el balance electrolítico e hídrico y por consiguiente en la presión osmótica y en el potencial eléctrico de las membranas celulares. Actualmente existen en el mercado equipos capaces de generar campos electromagnéticos de 2 Tesla o más y una baja frecuencia, con un software orientado a lograr una mayor eficacia.

Como la acción de la bomba no precisa del contacto directo con la piel se puede usar sobre heridas, úlceras, yesos y ortesis.

MECANISMOS DE ACCIÓN

Desplazamiento de líquidos: La diamagnetoterapia provoca efectos tanto a nivel de la matriz intracelular como extracelular, activando funciones biológicas básicas. A nivel intracelular, al ser la membrana diamagnética, se producen movimientos en la membrana plasmática y por reflexión se da el movimiento del líquido intracelular, que estimula la activación de reacciones bioquímicas. Cabe destacar su acción drenante de los fluidos, transporte de nutrientes, reducción de los radicales libres y sustancias de desecho, restablecimiento de metabolismo celular e incremento de la producción de ATP.

A nivel extracelular induce el drenaje venoso y linfático, incluso sin ejercer presión y sin contacto del manípulo con la piel, además tiene un potente efecto desfibrosante, con menor afectación del tejido conectivo, y favorece la eliminación de toxinas inflamatorias y moléculas que se han acumulado en el área afectada.

Bioestimulación endógena: La terapia diamagnética estimula los tejidos biológicos gracias a los efectos del campo eléctrico inducido en el interior de las membranas celulares y de las estructuras endocitoplasmáticas que se encargan del potencial eléctrico. Restablece las actividades vitales celulares sin provocar dolor ni efectos secundarios al tratamiento. Aumenta el flujo hemático periférico, acelera la transmisión del impulso nervioso, acción anti-edematosa, mejora de la osteogénesis y aceleración de los procesos de curación de tejidos.

Esta bomba diamagnética que tiene la posibilidad de aplicar diferentes frecuencias y modificar la morfología del impulso magnético, permitiendo actuar sobre diferentes áreas de interés terapéutico, energizando los tejidos con longitud de onda correspondiente a la fisiológica.

Las frecuencias fisiológicas de estimulación son:

50Hz músculo liso
100Hz músculo estriado
1000Hz fibra nerviosa lenta
5000Hz fibra nerviosa rápida
Acción sobre las celular hasta 7500Hz
Acción en las membranas hasta 10.000Hz
Tejido tendinoso superior a los 10.000Hz.

Otra característica es que la estimulación es endógena e isotrópica, lo que significa que es igual en todo el tejido estimulado dentro del radio de aproximadamente 7 cm y se produce desde el interior. Podemos utilizar esta técnica realizando maniobras estáticas o dinámicas.

Control de dolor: Las fibras amielínicas que conducen el dolor se estimulan con una frecuencia de 215Khz, cuando se las sobrecarga disminuye su eficacia en la transmisión del estímulo doloroso. La bomba diamagnética nos permite hacer una acción selectiva sobre los receptores del dolor y sus trigger points .

Podemos realizar un control del dolor residual como objetivo prioritario, por ejemplo para tratar un dolor muscular u óseo. Lo haremos realizando una maniobra estática en los puntos a tratar. Esta función se usa con poca frecuencia, ya que con disminuir el edema en la zona afectada inmediatamente disminuye también la sensación dolorosa al bajar la presión mecánica. También podemos utilizar el efecto antálgico para facilitar el trabajo del fisioterapeuta, ya que en ocasiones el paciente está muy sensible o irritable y las movilizaciones o estiramientos le resultan molestos dificultando la colaboración del paciente en la terapia.

Implante molecular o transporte transdérmico: Suministro transcutaneo de fármacos aprovechado el impulso mecánico de repulsión producido por el campo magnético. Es una técnica no invasiva, muy eficaz a la hora de superar la barrera cutánea y no precisa de una sustancia polarizada como la iontoforesis.

Las moléculas que queramos implantar deben ser solubles en agua y tenemos que conocer el peso molecular. Algunos de estos equipos nos permiten seleccionar a qué profundidad queremos implantar el fármaco, llegando hasta 7cm, gracias a la fuerza de repulsión del líquido. Se producirá una distribución lineal en la profundidad seleccionada, que estará en función de la patología y el tejido a tratar. Cuanto mayor sea la frecuencia de repetición o dicho de otra forma los Hz utilizados, más rápido se transportará el principio activo a los tejidos.

SINERGIA DE LA DIAMAGNETOTERAPIA CON LA DIATERMIA

Lo interesante de unir en un tratamiento estas dos potentes técnicas es que se suman sus efectos sin producir una saturación energética del territorio tratado.

Cuando usamos la diatermia capacitiva o resistiva en su modo térmico o hipertérmico provocamos una vasodilatación que tiene como consecuencia una importante hiperemia. En ocasiones si la elevación de la temperatura es alta o el paciente no tiene un sistema circulatorio en óptimas condiciones, puede llegar a saturarse de líquido la zona tratada. Al combinar la bomba y la diatermia este efecto secundario no se produce, porque el efecto diamagnético empuja los líquidos ayudando a drenar y previene la sensación de calor intenso. Es lo que se conoce como el efecto pull y push.

En la fase inicial de la lesión trabajaríamos solo con la diamagnetoterapia y en fases subagudas y crónicas combinando las dos técnicas al mismo tiempo.

PROTOCOLOS DE TRATAMIENTOS

En tratamientos Agudos: Cuando el paciente presenta un estado edemo-inflamatorio realizaríamos primero desplazamiento de líquidos , con maniobras dinámicas sobre el punto del daño y áreas circundantes, movimientos lentos siguiendo el recorrido de los vasos linfáticos y después activaríamos el tejido con la bioestimulación endógena. En caso de ser necesario aplicaríamos el protocolo de pain control en las zonas con daño residual. Si por el contrario es un problema degenerativo funcional en fase aguda haríamos primero la bioestimulación y luego el desplazamiento de líquidos, con la finalidad de favorecer la reparación de los tejidos dañados.

En fase subaguda: hay edema pero de forma más organizada, el protocolo sería desplazamiento de líquidos, pain control y bioestimulación endógena. Si lo que estamos tratando es tejido muscular combinaríamos la acción del campo magnético con la diatermia capacitiva. En este caso si utilizaríamos crema para facilitar el desplazamiento del electrodo y disminuir la impedancia de la piel. También colocaríamos la placa de retorno. Si lo que tratamos es ligamento, hueso, tendón o cápsula articular trabajaremos con la técnica resistiva.

En los casos crónicos: prevalece la condición degenerativa y pérdida funcional de los tejidos. Por lo que el protocolo sería pain control, bioestimulación endógena y desplazamiento de líquidos. Al igual que en los procesos subagudos elegimos la técnica capacitiva o resistiva en función del tejido sobre el que queramos priorizar el tratamiento. O una combinación de ambas técnicas.
Como usamos al mismo tiempo la diamagnetoterapia y la diatermia podemos realizar tratamientos un poco más largos de lo que estamos acostumbrados a hacer solo con la diatermia estándar. La bomba favorece el drenaje, la diatermia el aporte de sangre arterial al tejido dañado por lo que facilita la ejecución de tratamientos atérmicos.

APLICACIONES TERAPEUTICAS

Ortopédicas y traumatología: Músculo, tendón, ligamentos, pseudoartrosis, patología vascular ósea, fracturas.

Reumatología: Enfermedades reumáticas e inflamatorias.

Medicina deportiva: Tanto en fases agudas como crónicas

Trastornos circulatorios (Flebología y Linfología): Edema Linfático, inflamatorio, post-traumático.

Dermatología y medicina estética: Úlceras, llagas, cicatrices

CONTRAINDICACIONES

• Embarazo
• Epífisis fértiles (línea de crecimiento de los huesos en niños).
• bomba de insulina u otros fármacos
• Marcapasos a menos que el cardiólogo de vía libre,
• Cáncer a menos que el médico de permiso o tras 5 años de exploraciones negativas de cáncer puede usarse,
• Cuando el paciente tiene material ferro magnético implantado el terapeuta nota como el manípulo da tirones, se puede trabajar a distancia 15 cm, es una contraindicación relativa.
• Graves disturbios cardiacos (Válvulas cardiacas)
• Graves alteraciones renales
• Clips de aneurisma
• Prótesis de cristalino
• Distractores de columna vertebral
• implantes cloqueares
• Tatuajes recientes, se pueden emborronar
• En personas con la tensión arterial alta no hacer tratamientos más largos de 20 minutos porque podemos sobrecargar el sistema vascular. Sí podríamos alagar la sesión pero solo realizando bioestimulación, no movilización de líquidos.

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia.

Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros.

Esmeralda Banacloy Fisioterapeuta: 677.47.20.37

 

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