Esmeralda Banacloy Martínez.
Francisco Barrios Marco.
Fisioterapeutas.
Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
¿CÓMO ADQUIRIR UN BUEN EQUIPO DE DIATERMIA? ¿CÚAL COMPRO?
Somos expertos en Diatermia y estas son preguntas que nos hacen a menudo, la respuesta no es sencilla ya que depende, en esencia, de las necesidades personales.
¿Qué diatermia necesito?, esa es la verdadera pregunta.
El equipo debe poseer unas características básicas, que en nuestra opinión son indispensables:
1.- Imprescindible que tenga registro sanitario.
Antes de comprar un equipo debemos asegurarnos de que en el etiquetado de este aparece el marcador CE de producto sanitario emitido por un organismo certificado. A diferencia del CE convencional, este debe de tener el CE y 4 números, correspondientes al organismo notificado. El hecho de que el equipo disponga del certificado sanitario garantiza que ha superado con éxito unos requisitos muy exhaustivos, que cumple con todas las leyes de cumplimiento adecuadas y las necesidades del cliente. Este etiquetado puede estar ubicado en la parte trasera o en la inferior, en una chapita o pegatina.
Parece tan básico, que ni te planteas que te puedan vender una Diatermia para tratamientos terapéuticos sin tal registro.
¡¡SORPRESA!!, es algo que se hace… El comercial que te la presenta, puede decirte que es un equipo médico, que sí tiene registro sanitario, pero no aparece ni en el equipo ni en la web donde lo anuncian. Lo más probable es que te quieran vender un equipo de estética, como si fuera de terapia y en principio al no tener registro sanitario no es apto para tratamiento con pacientes. Tampoco sirve que te diga el comercial que se está tramitando y en breve lo tendrá, ya que si tú compras el equipo antes de que se lo concedan a ti no te sirve de nada que el fabricante lo haya conseguido a posteriori. En caso de denuncia de algún paciente el equipo será considerado como un electrodoméstico, no apto para realizar tratamientos terapéuticos.
Así que, en resumen: no te fíes cuando te digan que lo tienen en tal hospital o en tal clínica, solo significa que a ellos han conseguido engañarlos, basándose en que los terapeutas no solemos pensar que otros tengan el objetivo de mentirnos. Antes de comprar pide siempre el certificado de registro sanitario, en PDF, el que lo tiene te lo mandará encantado rápidamente y el que no…pues le has pillado, te contará todo tipo de excusas, pero no te remitirá el PDF.
El nuevo Reglamento Europeo que afecta al sector estético (Reglamento UE 2017/745) establece una serie de normas de obligado cumplimiento, haciendo que mucha de la aparatología electroestética que se viene utilizando en los salones de estética pase a ser producto sanitario. La normativa del Parlamento Europeo y del Consejo se orienta hacia que los centros estéticos que vayan a adquirir un equipo electroestético nuevo (HIFU, ondas de choque, cavitación, luz pulsada intensa, láseres y por supuesto radiofrecuencia) también deberán asegurarse de que en el etiquetado del equipo aparece el marcador CE de producto sanitario emitido por un organismo certificado.
En casi todos los cursos que damos y explicamos lo anterior, hay quien descubre sorprendido que su Diatermia-Tecarterapia no tiene tal registro, importante que eso no te pase a ti, sobre todo habiendo tantas marcas que sí cumplen este requisito esencial.
2.- Que tenga potencia suficiente.
Un equipo de diatermia de poca potencia requiere tratamientos más largos y en ocasiones podemos percibir que no obtenemos los resultados deseados. En zonas amplias como la espalda o toda lo extremidad inferior, al paciente le cuesta bastante más tiempo llegar a sentir un aumento de la temperatura. En tratamientos de patologías agudas no es necesario trabajar con potencias elevadas, ya que buscamos trabajar con sensaciones atérmicas o térmicas muy suaves, pero en aquellos casos en los que la patología está muy cronificada y pretendemos reagudizarla, tendremos que mantener trabajando el equipo bastante tiempo a máxima potencia (lo que puede ocasionar un sobrecalentamiento de este) y aun así no lograr ese incremento de 5 o 6 grados en el tejido diana. Además, cuando trabajamos con deportistas con el objetivo de descargar la musculatura o para prevenir lesiones (es decir, en pacientes sin una patología) apenas llegarán a sentir cambios térmicos, ya que su sistema cardiocirculatorio está en muy buenas condiciones y enfría con gran eficiencia.
Por otra parte, algunos comerciales nos quieren vender equipos que tienen una gran potencia, a veces tanta que si la llegásemos a aplicar achicharraríamos al paciente. Así que cuidado con las potencias, nunca hemos podido poner a nadie, en más de 30 años de experiencia trabajando con diatermia, más de 150 Watios, y eso se puede aplicar, por ejemplo, en la espalda de un deportista de más de 100 kg. de peso, que no presenta lesión alguna y por espacio breve.
Entonces la pregunta es: ¿para qué quiero unos hipotéticos 350 o 500 Watios?, ¿voy a aplicarlo alguna vez?, ¿merece la pena pagar un extra por tener un equipo tan potente? En realidad no, me va a encarecer el equipo y casi seguro que jamás los voy a usar.
En el siglo pasado había equipos de 25 y de 50 Watios, pero en el siglo XXI cualquier equipo con registro sanitario que tenga 100 Watios de potencia eficaz es más que suficiente para cualquier tipo de tratamiento, no hay nada que pueda hacer uno de 500, jamás llegarás a usar 500 Watios, que no puedas tratar eficazmente con uno de 100 Watios. Para tratamiento de patología musculoesquelética y aplicaciones dermatofuncionales faciales, cuello, cara, ovalo facial, pecho y celulitis standard es más que suficiente, pero si hablamos de obesidad mórbida o grandes adiposidades localizadas precisaremos de un equipo un poco más potente o bien invertir algo más de tiempo de aplicación, ya que la ley de Joule es muy clara en este aspecto, un poco más de tiempo generará el calor profundo extra que necesitamos. Un equipo más potente puede ahorrarnos unos minutos en el tratamiento de estas aplicaciones estéticas corporales, si es el tipo de tratamiento que solemos realizar.
3.- Fabricación europea.
En Europa hay una larga tradición de fabricación de equipos de Diatermia. En general, los fabricantes europeos dan un buen servicio postventa y cuidan el buen nombre de su marca, tienen muchos años de experiencia en la fabricación y sus equipos han superado las duras pruebas que tienen que pasar para ser reconocidos como equipamiento sanitario. Vale la pena invertir en equipos europeos, ya que entre otras cosas resulta mucho más sencillo ejercer la garantía si fuera necesario, así como obtener repuestos de todo tipo con facilidad. Además, es importante saber si tiene servicio técnico en el país donde lo vas a utilizar, ya que en caso de avería te aseguras de que no se invertirá demasiado tiempo en traslados del equipo.
4.- Que sean equipos que tengan ambas modalidades: capacitiva y resistiva.
Si tenemos un equipo con una sola modalidad vamos a poder tratar fundamentalmente tejidos muy hidratados y/o bien vascularizados (músculos, zonas con edemas, piel joven, el sistema circulatorio), si cuenta con la modalidad capacitiva, o bien tejidos duros, poco hidratados o mal vascularizados (huesos, ligamentos, tendones, raíces nerviosas, cicatrices fibrosadas, adherencias) si tiene la modalidad resistiva. Por ello, si pretendemos que nuestros tratamientos sean lo más completos posible y pretendemos tratar todo tipo de patologías, lo mejor es que tenga ambas modalidades.
A ser posible con protector aislante para que la corriente no te atraviese, al utilizar el electrodo con la mano en contacto para masajear, y en caso de no tenerlo acuérdate de usar siempre guantes aislantes como los de nitrilo. Aunque hay quien plantea que no importa y no es peligroso que esto suceda no es cierto, una cosa es que puntualmente permitas que la corriente de diatermia atraviese tu cuerpo durante una sesión y otra muy distinta es aplicar con frecuencia la diatermia a través de tus manos.
Algunos equipos de diatermia disponen de accesorios para que el terapeuta se los coloque en las muñecas y trabaje con sus manos sobre el paciente. Que el equipo tenga registro sanitario no implica necesariamente que estos dispositivos o accesorios lo tengan, y en caso afirmativo es porque se presentaron para colocarlos a los pacientes y realizar un tratamiento automático, no para que se los coloque el terapeuta.
Es un tema que se zanja rápido: pregunta al servicio de prevención de tu Mutua si es sano que te atraviese un día sí y otro también una corriente entre 30 y 100 Watios a un Amperio. La respuesta independiente de un ingeniero experto en seguridad es posible que resulte de lo más fiable.
5.- Que, a ser posible, sea un equipo multifrecuencia.
La radiofrecuencia / diatermia es una técnica de electroterapia que se caracteriza por trabajar con una frecuencia de corriente entre 300 KHz y 1200 KHz (0,3 – 1,2MHz). Cualquier equipo que opere en esa banda de frecuencias se considera diatermia / radiofrecuencia. Los resultados de todos los estudios que se han realizado con equipos de radiofrecuencia que operen a cualquier frecuencia en ese ancho de banda son extrapolables al resto. La frecuencia nos indica sólo a qué profundidad será más eficaz una aplicación, por ejemplo: a 1 MHZ el efecto se concentra en la superficie a nivel de la piel, a 0.7 MHz se verá más afectado el tejido graso y la musculatura, y si trabajamos con una frecuencia de 0.4 MHz se alcanza con mayor eficacia tejidos más profundos, por ejemplo, tejido óseo, planos musculares muy profundos, órganos internos, etc. No existe una mística de las frecuencias, no hay una frecuencia que sea la mejor, esté patentada o se obtengan mejores resultados que con otras.
Lo que define su eficacia es: a mayor frecuencia de corriente electromagnética menor penetración de esta, o lo que es lo mismo, los cambios fisiológicos se producirán a un nivel más superficial y es en esos tejidos dónde obtendremos los beneficios buscados. Por el contrario, si programamos el equipo con una frecuencia menor o más baja, los efectos positivos de la corriente se producirán en los tejidos que se encuentren a una mayor profundidad. Por todo ello, lo que recomendamos es que con similares características técnicas (en cuanto a potencia y prestaciones se refiere) se debería elegir siempre un equipo con la posibilidad de trabajar con varias frecuencias, en lugar de aquellos que sólo dispongan de una, ya que esto aumenta las posibilidades de obtener mejores y más rápidos resultados.
6.- Que sin encarecer demasiado el precio las prestaciones del sofware del equipo incluyan a ser posible:
- Control dinámico de impedancia (para evitar quemaduras), posibilidad de realizar un calibrado del equipo, que se adapte a la resistencia específica de la piel del paciente que estamos tratando. Hemos de tener en cuenta que la resistencia eléctrica de la piel varía en los seres humanos entre 1500 y 4500 Ohmios), los equipos que vienen de fábrica con una calibración estándar y no permiten ajustarla, pueden generar molestias, sensaciones raras y desagradables a personas con resistencias eléctricas de la piel que se alejan de la que tiene fijada por defecto el equipo en cuestión.
- Programa con sistema de emisión pulsada de la corriente que nos permita trabajar con potencias elevadas sin que resulten molestas al paciente.
- Programa atérmico para tratar postoperatorios o patologías en estado muy agudo.
- Programa de termoforesis para realizar mesoterapia virtual.
- Programa manos libres que nos permita trabajar con electrodos automáticos, también llamados manos libres, que faciliten y potencien el efecto de los ejercicios de fortalecimiento muscular, estiramientos, ejercicios de propiocepción, neurodinamia, etc.
- Programa para trabajar con electrodos resistivos miofasciales (Facia Tools) para trabajar tanto patología miofascial como capsular, tendinosa, ligamentosa…
Hay muchas marcas que cumplen los requisitos anteriores, ahora queda dilucidar ¿cómo elegir entre todas ellas el equipo de Diatermia – Radiofrecuencia – Tecar que se ajusta a mis necesidades?
Como expertos en Diatermia queremos destacar que un fisioterapeuta bien formado, con un equipo que tenga la mayoría de las características / prestaciones relatadas anteriormente, va a obtener excelentes resultados. Al menos tan buenos, como con el último equipo “supercaro” que haya salido al mercado recientemente, que incluye más lucecitas, un combi o más extras que ninguno para justificar su alto coste.
El precio, en ocasiones marca un límite en relación con qué Diatermia puedo contar. Hoy en día pueden conseguirse excelentes equipos con Registro Sanitario y suficiente potencia eficaz, con todas las garantías, en una gama de precios que oscila entre 7.000 y 15.000 euros. Los hay más caros, pero incluso entre los de 7.000 € hay equipos excelentes que superan a otros de precio más elevado, incluyendo, por ejemplo: cambio de frecuencias, sistema pulsado, información de parámetros en pantalla digital y multitud de “protocolos” orientativos.
La Diatermia como tal, tiene más de un siglo de existencia y en los primeros años del siglo XX ya se obtenían buenos resultados manejando correctamente la técnica. Esa es la clave, la Diatermia es la técnica de electroterapia más potente con que contamos los fisioterapeutas, lo que marca la diferencia es usarla correctamente, un conductor profesional o un futbolista, cuanto mejor manejan el coche o la pelota mejores resultados obtienen, lo mismo sucede con la Diatermia, si no obtienes los resultados esperados, más que de equipo has de cambiar la forma de usarlo y para hacerlo correctamente es imprescindible una buena formación.