Francisco Barrios Marco.
Esmeralda Banacloy Martínez.
Fisioterapeutas.
Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA EN DISTENSIONES Y ROTURAS FIBRILARES II
La Diatermia es probablemente la técnica de electroterapia más eficaz en el tratamiento de las distensiones y roturas fibrilares. Los efectos fisiológicos de la radiofrecuencia se ajustan como anillo al dedo en el tratamiento de esta patología.
Desde los casos más leves de distensión hasta las roturas parciales, los efectos: analgésico, relajante y antiinflamatorio característicos de la endotermia nos permiten obtener desde el primer momento de aplicación una mejoría de los síntomas y a corto plazo una evolución muy rápida.
Las distensiones y roturas fibrilares son más comunes en las piernas, es lógico ya que son las extremidades que más carga soportan, especialmente en el ámbito deportivo.
Roturas fibrilares y distensiones de isquiotibiales, gemelos y cuádriceps suceden a menudo entre los corredores, aunque es un tipo de lesión que puede ocurrir en sus diversos grados en cualquier grupo muscular que esté sometido a sobrecarga, ya sea ésta debida a un sobreesfuerzo o un estiramiento excesivo, un impacto potente puede también dar origen a este tipo de lesión, que cursa con un dolor agudo y mantenido en el tiempo consecuencia del daño ocasionado en los tejidos, de la hemorragia y del proceso inflamatorio ocasionado.
Tratamiento con DIATERMIA CAPACITIVA de una rotura fibrilar de Gemelos.
El tratamiento de las diversas distensiones y roturas fibrilares se realiza de forma muy parecida al ejemplo de los gemelos. En las distensiones podremos comenzar el tratamiento desde el primer día con tratamiento atérmico, en las roturas fibrilares habremos de esperar 4-5 días hasta estar seguros que la elevación de temperatura en profundidad no contribuirá a aumentar el sangrado.
Aplicación de la placa pasiva y el electrodo capacitivo
Existen varias posibilidades a la hora de colocar el electrodo pasivo: en la planta del pie, si es adhesivo podemos ponerlo próximo a la zona de inserción del tendón de Aquiles, en la zona de cuádriceps. Utilizaremos un electrodo medio-grande de 60 mm aproximadamente, que desplazaremos sobre todo el territorio que ha sufrido el estiramiento. Realizaremos movimientos longitudinales y circulares, con una presión moderada. La sensación térmica del paciente ha de ser cómoda, aunque con una clara percepción del calor, sin que en momento alguno haya sensación de temperatura muy elevada.
Insistiremos más sobre la zona en que sabemos se localiza la rotura fibrilar, dedicando algo de tiempo también al territorio próximo. La duración del tratamiento oscilará entre los 10-12 minutos, dependiendo de la amplitud del área a tratar. Entre tres y cinco sesiones suelen ser suficientes para obtener una evolución positiva, a ser posible dos por semana.
Observaciones
No suele usarse en Diatermia la técnica resistiva en roturas fibrilares recientes. Sin embargo cuando nos encontramos con una rotura fibrilar ya cronificada, fibrosada, el uso de la técnica resistiva justo sobre la zona en la que se encuentra la rotura nos puede resultar muy útil, obteniendo así resultados cuando no nos los ofrece la técnica capacitiva.
Tratamiento con DIATERMIA CAPACITIVA de una rotura fibrilar en cuádriceps:
Aplicaremos el electrodo capacitivo sobre el vientre muscular afectado, desplazándolo sobre la zona afectada y la próxima ella, realizando movimientos longitudinales y circulares, con una presión constante y moderada. El tratamiento dará comienzo siempre que podamos tener la certeza de que no se va a producir sangrado al aplicar hipertermia.
Colocaremos la placa pasiva lo más transversal posible, de forma que la corriente alcance la profundidad que deseamos, el tratamiento durará 10-12 minutos, en 3-4 sesiones la mejoría debe percibirse con claridad, la intensidad de la sensación térmica en grado 2 al principio (calor suave agradable) alcanzando poco a poco una sensación 3 (calor intenso pero sin que resulte desagradable). Si la rotura se ha producido en el recto anterior, al ser éste un músculo con mayor tejido conectivo, aplicaremos la técnica resistiva manual o automática, si disponemos de un equipo con ellas. La forma de aplicación sería similar a la capacitiva. También podríamos colocar al paciente en sedestación en la camilla, con las piernas colgando, y pedirle que realice movimientos activos de flexo-extensión de rodilla, al mismo tiempo que se le está aplicando la diatermia.
La evolución del tratamiento será más rápida en una distensión, en estos casos podemos esperar una resolución en 1-2 sesiones; las roturas fibrilares requieren más sesiones de tratamiento, con ello conseguiremos una buena cicatrización que evitará futuras recaídas. Recomendaremos no comenzar de nuevo una actividad intensa hasta que hayan remitido completamente los síntomas.
No realizar nunca más de tres sesiones si no se obtiene una clara mejoría.
La Diatermia obtiene excelentes resultados en este tipo de patología, ya que al elevar la temperatura en profundidad se aceleran los procesos de regeneración, las reacciones químicas que intervienen en la reparación de los tejidos se realizan a mayor velocidad, por cada grado de aumento de la temperatura eleva la tasa metabólica un 13%.
Cuando se incrementa la temperatura, el neurovegetativo responde aumentando el riego sanguíneo para enfriar la zona, con lo cual la inflamación disminuye, se barren las substancias de desecho y llegan oxígeno y nutrientes. Todo ello contribuye también a disminuir la sensación de dolor y a que el paciente perciba una mejoría objetiva en un menor espacio de tiempo.