Esmeralda Banacloy
Fisioterapeuta.
Autora de los libros:
Diatermia Capacitiva y Resistiva. La Excelencia en electroterapia
El arte de la Diatermia/Radiofrecuencia. Creando Belleza y Funcionalidad
Diatermia Musculoesquelética. Conceptos y aplicaciones clínicas
Diatermia Tecarterapia avanzada en patología neuromusculoesquelética
- Introducción al Prolapso de Órganos Pélvicos (POP)
- Factores de riesgo del POP
- Clasificación y Diagnóstico del POP
- Síntomas físicos o estructurales
- Síntomas urinarios
- Síntomas intestinales
- Síntomas sexuales
- Síntomas generales y emocionales
- Abordaje Terapéutico Conservador
- Criterios para la cirugía
- APLICACIÓN DE LA DIATERMIA EN EL TRATAMIENTO DE PROLAPSO DE ÓRGANOS DE SUELO PÉLVICO
- Objetivos terapéuticos en el tratamiento conservador del POP
- Efectos de la diatermia en el tratamiento prequirúrgico
- Efectos de la diatermia en el tratamiento postquirúrgico
- Protocolo recomendado para la aplicación de la Diatermia
- Conclusión
DIATERMIA EN EL PROLAPSO DE ÓRGANOS PÉLVICOS: UN ENFOQUE TERAPÉUTICO INTEGRAL
Introducción al Prolapso de Órganos Pélvicos (POP)
El prolapso de órganos pélvicos es una disfunción caracterizada por el descenso de estructuras como la vejiga, el útero o el recto debido a la debilidad del suelo pélvico. Si bien afecta mayormente a mujeres mayores de 50 años, también puede presentarse en mujeres jóvenes tras partos traumáticos y, en menor proporción, en hombres.
La estabilidad del suelo pélvico depende de la interacción de tres sistemas clave:
Sistema de suspensión: ligamentos y peritoneo que fijan los órganos.
Sistema de sostén: musculatura y fascias que dan soporte estructural.
Distribución anatómica escalonada: organización funcional de los órganos en la cavidad pélvica.
El POP impacta negativamente la calidad de vida al afectar funciones como la micción, la defecación y la actividad sexual, lo que hace necesaria una atención multidisciplinaria. En este contexto, la diatermia emerge como una estrategia terapéutica eficaz dentro del abordaje fisioterapéutico.
La diatermia es una técnica de radiofrecuencia que mejora la circulación, promueve la síntesis de colágeno y optimiza la función muscular del suelo pélvico. Se integra dentro de la fisioterapia para potenciar los efectos del entrenamiento muscular y reducir los síntomas del POP.
La combinación de diatermia con programas de ejercicios específicos y estrategias educativas dirigidas a la reeducación funcional del suelo pélvico optimiza los resultados terapéuticos, mejorando la sintomatología y la calidad de vida de los pacientes. Los avances en fisioterapia continúan proporcionando alternativas seguras y eficaces, permitiendo en muchos casos reducir la necesidad de intervención quirúrgica y promoviendo un enfoque basado en la prevención y el tratamiento conservador.
Factores de riesgo del POP
El prolapso del suelo pélvico es una afección multifactorial que involucra una combinación de factores predisponentes, desencadenantes y perpetuadores que, en conjunto, debilitan los mecanismos de sostén de la región pélvica. La comprensión de estos factores permite una mejor identificación del riesgo, una prevención eficaz y un abordaje terapéutico más eficiente y sostenible en el tiempo.
- Predisponentes: debilidad congénita del sistema de suspensión, alteraciones anatómicas, enfermedades que afectan el tejido conectivo (como el síndrome de Ehlers-Danlos), la diabetes, el hipotiroidismo no controlado médicamente, edad avanzada (la reducción de estrógenos provoca una laxitud en los ligamentos uterosacros y cardinales), cambios hormonales, antecedentes obstétricos…
- Desencadenantes: partos traumáticos, cirugías ginecológicas previas, radioterapia pélvica, actividades que aumentan la presión intraabdominal, tos crónica, estreñimiento crónico, obesidad, deportes de alto impacto, afecciones neurológicas…
- Perpetuadores: falta de reeducación del suelo pélvico, posturas inadecuadas, patrones de movimiento disfuncionales, déficit en la activación muscular del core, persistencia de factores desencadenantes, déficit hormonal sin tratamiento…
Clasificación y Diagnóstico del POP
El prolapso se clasifica según:
- Órgano afectado: cistocele (vejiga), rectocele (recto), histerocele (útero), colpocele anterior, colpocele posterior, enterocele, uretrocele, entre otros.
- Grado de descenso: Desde leve (grado I) hasta severo (grado IV), donde los órganos sobresalen fuera de la vagina.
El diagnóstico se realiza mediante historia clínica, exploración física y pruebas como ecografía funcional y manometría.
La educación en salud desempeña un papel fundamental en la identificación y tratamiento oportuno del prolapso de órganos pélvicos. Brindar información clara y accesible sobre los síntomas permite que los pacientes reconozcan tempranamente esta condición y busquen asistencia profesional adecuada, mejorando significativamente su bienestar y calidad de vida.
Los síntomas del prolapso varían según el tipo de afección, su grado de progresión y la combinación con otros prolapsos. Para facilitar su comprensión, se han categorizado en distintas áreas:
Síntomas físicos o estructurales
- Sensación de presión o pesadez recto-vaginal: frecuentemente descrita como una “sensación de bulto” en la vagina, que se intensifica al final del día o después de permanecer mucho tiempo de pie.
- Tirantez perineal: sensación de tensión o incomodidad en la zona del periné.
- Bulto o protuberancia visible o palpable: en estados avanzados, puede observarse tejido sobresaliendo por la abertura vaginal.
- Dolor o molestias en la zona pélvica, lumbar o perineal: aumenta con el esfuerzo físico o la permanencia prolongada de pie.
- Ulceración de la mucosa prolapsada.
Síntomas urinarios
- Dificultad para vaciar la vejiga: sensación de vaciado incompleto tras la micción.
- Incontinencia urinaria: pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír o realizar esfuerzo físico.
- Aumento de la frecuencia urinaria: necesidad recurrente de orinar, incluso en horas nocturnas (nicturia).
- Infecciones urinarias recurrentes: derivadas de la retención urinaria en la vejiga.
Síntomas intestinales
- Dificultad para evacuar: algunos pacientes requieren aplicar presión en la zona perineal o vaginal para facilitar la evacuación.
- Tenesmo: sensación de evacuación incompleta, aun después de ir al baño.
- Estreñimiento crónico: relacionado con la debilidad del suelo pélvico y la presencia de hemorroides.
Síntomas sexuales
- Disminución de la sensibilidad vaginal: puede afectar la satisfacción durante las relaciones sexuales.
- Dolor o incomodidad durante la actividad sexual (dispareunia).
- Sensación de laxitud vaginal: pudiendo reducir la fricción y modificar la percepción sensorial durante el coito.
Síntomas generales y emocionales
- Sensación de incomodidad constante: que se intensifica tras largas jornadas de pie o esfuerzos físicos.
- Impacto en la calidad de vida: generando vergüenza, inseguridad y limita la participación en actividades sociales o deportivas.
- Fatiga o cansancio pélvico: sensación de peso que empeora conforme avanza el día.
Abordaje Terapéutico Conservador
Para los casos leves a moderados, el tratamiento busca fortalecer la musculatura pélvica y mejorar la sintomatología. Incluye:
- Ejercicios de fortalecimiento: Kegel, hipopresivos y biofeedback.
- Uso de pesarios vaginales: dispositivos para sostener los órganos prolapsados.
- Modificación del estilo de vida: control del peso, manejo del estreñimiento y mejora postural.
- Terapia hormonal local: estrógenos para mejorar la elasticidad de los tejidos.
- Diatermia: tratamiento físico que estimula la regeneración tisular y el trofismo muscular.
Tratamiento quirúrgico del prolapso de órganos pélvicos (POP)
La decisión de optar por una cirugía debe basarse en una evaluación integral del paciente.
La intervención quirúrgica en el POP se reserva para casos donde las terapias conservadoras no han logrado resultados satisfactorios o cuando la severidad del prolapso compromete la calidad de vida de la paciente. El uso de mallas sintéticas o biológicas está sujeto a regulación debido a los riesgos potenciales de erosión y complicaciones a largo plazo, recomendándose en cirugías reconstructivas complejas, especialmente en recurrencias o prolapsos avanzados.
Criterios para la cirugía
Severidad del prolapso:
– Grado III-IV según el sistema POP-Q, con órganos que sobresalen más allá del introito vaginal.
– Prolapso que afecta la función urinaria, intestinal o sexual.
Síntomas urinarios y defecatorios persistentes:
– Incontinencia urinaria de esfuerzo grave o retención urinaria significativa.
– Obstrucción del tracto urinario que favorece infecciones recurrentes.
– Dificultad en la evacuación intestinal debido a rectocele grave.
Impacto en la calidad de vida:
– Sensación de bulto o presión pélvica que limita la movilidad y la actividad cotidiana.
– Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) causado por el colapso vaginal.
– Afectación psicológica y emocional derivada de la sintomatología del prolapso.
Fracaso del tratamiento conservador:
– Cuando fisioterapia, pesarios u otros cambios en el estilo de vida no han logrado frenar la progresión del prolapso o mejorar los síntomas.
Complicaciones asociadas:
– Úlceras en la mucosa vaginal por la exposición del prolapso.
– Sangrado vaginal recurrente sin causa ginecológica identificada.
– Infecciones urinarias de repetición causadas por alteraciones en la micción.
El enfoque multidisciplinario y el seguimiento postoperatorio son esenciales para garantizar la efectividad de la intervención y minimizar riesgos a largo plazo.
APLICACIÓN DE LA DIATERMIA EN EL TRATAMIENTO DE PROLAPSO DE ÓRGANOS DE SUELO PÉLVICO
Objetivos terapéuticos en el tratamiento conservador del POP
El enfoque terapéutico conservador del prolapso de órganos pélvicos (POP) busca optimizar la funcionalidad de los tejidos y mitigar síntomas asociados a esta afección. Para ello, se plantean los siguientes objetivos:
- Mejorar la circulación sanguínea, favoreciendo un mayor aporte de oxígeno y nutrientes esenciales para la recuperación y regeneración de los tejidos afectados.
- Estimular la actividad de los fibroblastos, promoviendo la síntesis de colágeno y elastina, componentes estructurales clave en la reparación del tejido conectivo.
- Reducir la inflamación y el dolor, lo que resulta fundamental para mejorar la calidad de vida del paciente y facilitar la adherencia al tratamiento.
- Optimizar el trofismo muscular del suelo pélvico, fortaleciendo su capacidad de contracción y resistencia, lo que contribuye a una mejor función y soporte de los órganos pélvicos.
- Complementar la rehabilitación funcional mediante programas de fortalecimiento muscular específicos, potenciando los efectos del entrenamiento y asegurando una recuperación integral.
Efectos de la diatermia en el tratamiento prequirúrgico
Cuando se requiere intervención quirúrgica, la diatermia se emplea como estrategia para preparar los tejidos y minimizar factores de riesgo asociados a la cirugía. Sus principales beneficios incluyen:
- Mejora de la vascularización, aumentando el flujo sanguíneo y facilitando la oxigenación de los tejidos, lo que optimiza las condiciones para la cirugía.
- Reducción del edema e inflamación, particularmente en casos donde el prolapso afecta la circulación vascular o linfática, mejorando la tolerancia del paciente al procedimiento quirúrgico.
- Optimización del tono muscular, permitiendo una mejor contractilidad del suelo pélvico y preparando la musculatura para el postoperatorio.
- Disminución del dolor, gracias a los efectos analgésicos derivados de la hipertermia controlada y la activación de mecanismos inhibidores del dolor.
- Favorecimiento de la movilidad tisular, mejorando la elasticidad y reduciendo la tensión en los tejidos, lo que puede facilitar el abordaje quirúrgico y reducir posibles complicaciones.
Efectos de la diatermia en el tratamiento postquirúrgico
Durante la fase de recuperación, la diatermia se convierte en una herramienta clave para acelerar la cicatrización y optimizar la funcionalidad de los tejidos. Sus efectos más relevantes son:
- Estimulación del proceso de cicatrización, promoviendo la regeneración del colágeno y elastina para una recuperación más eficiente y funcional.
- Disminución del dolor postoperatorio, lo que contribuye a reducir la necesidad de analgésicos y mejorar el bienestar del paciente.
- Reducción del edema y prevención de fibrosis, favoreciendo el drenaje linfático y evitando la formación de adherencias que podrían afectar la movilidad y la función de los órganos pélvicos.
- Mejora del tono y la función muscular, facilitando la rehabilitación del suelo pélvico y reduciendo el riesgo de recaídas.
- Optimización de la vascularización, garantizando una adecuada oxigenación y nutrición tisular, lo que previene infecciones y complicaciones inflamatorias a largo plazo.
Este abordaje integral, basado en la combinación de técnicas terapéuticas, permite una recuperación más eficaz y una mejor calidad de vida para los pacientes con POP.
Protocolo recomendado para la aplicación de la Diatermia
1.- Evaluación previa: diagnóstico del grado de prolapso, exploración funcional y anatómica del suelo pélvico y detección de contraindicaciones.
2.- Selección de la modalidad:
Capacitiva: para el tratamiento del dolor, la musculatura, edemas, mucosas y activación de la circulación hemolinfática.
Resistiva: para tratar fascias, ligamentos profundos, bandas tensas musculares, trigger point y realizar neuromodulación.
3.- Aplicación de la diatermia
Posición del paciente: decúbito supino con rodillas flexionadas y separadas para facilitar el acceso a la zona pélvica.
Preparación de la piel: limpiaremos la piel de la paciente con una gasa humedecida con agua y extenderemos la crema de radiofrecuencia por toda la zona de tratamiento. Se recomienda la aplicación de crema de radiofrecuencia con ácido hialurónico en la zona vulvar (mucho más efectiva que los suplementos orales). Y gel intimo conductor cuando utilicemos el electrodo/sonda intracavitaria.
Aplicación del electrodo capacitivo en POP:
Se inicia con la modalidad capacitiva dinámica para estimular la microcirculación y relajar la musculatura.
Movimiento circular sobre la región lumbar, perineal y suprapúbica durante 10-15 minutos.
En prolapsos grado I y II podemos utilizar la sonda intracavitaria, en superiores no está indicada.
Modo de emisión de corriente continua para mejorar la vascularización y el metabolismo celular, o pulsado si hay inflamación y dolor.
Placa de retorno en zona sacra, glútea o pubis, en función de hacia dónde queramos que se dirijan los efectos de la diatermia.
Aplicación de la modalidad resistiva en POP:
Aplicación en la región lumbosacra, perineal, suprapúbica para estimular la regeneración de fascias o en puntos de anclaje ligamentoso (ligamentos uterosacros y pubocervicales). Con la modalidad resistiva podemos realizar tratamientos dinámicos o estáticos.
Duración de 10-15 minutos con movimientos lentos y profundos.
Placa de retorno en zona sacra, glútea o pubis, en función de hacia dónde queramos que se dirijan los efectos de la diatermia.
4.- Parámetros técnicos
Frecuencia: 448-470KHz.
Intensidad: buscando una sensación de calor intenso (Grado III); pero confortable cuando se trabaja desde el exterior. En cambio, si lo hacemos con la sonda intracavitaria buscamos que el paciente experimente una sensación térmica moderada (Grado II).
Duración: 20-30 minutos por sesión, que se pueden realizar al mismo tiempo que los ejercicios de activación del suelo pélvico y abdomen, al principio o al finalizar la sesión de fisioterapia.
Frecuencia de sesiones: 2 veces por semana al inicio del tratamiento y después una a la semana, con un total de 10-15 sesiones según la respuesta clínica y evaluación de los resultados para decidir la continuación o modificación. En pacientes con sobrepeso, poca movilidad de caderas y sedentarios serán necesarias un mayor número de sesiones.
5.- Precauciones y contraindicaciones del uso de la diatermia:
Marcapasos u otros implantes electrónicos: contraindicación absoluta debido al riesgo de interferencia electromagnética.
Embarazo: no se debe aplicar diatermia en la zona abdominal o pélvica en mujeres embarazadas.
Neoplasias o antecedentes de cáncer pélvico: el calor profundo podría estimular el metabolismo celular en tejidos con células tumorales activas o antecedentes de cáncer.
Infecciones activas en la zona pélvica: en casos de infecciones urinarias recurrentes, vaginitis, cervicitis o infecciones de transmisión sexual activas, la diatermia está contraindicada.
Presencia de dispositivos intrauterinos (DIU) metálicos: en algunos casos, el DIU podría generar efectos indeseados debido a la conducción de la corriente y el calentamiento localizado.
Trombosis venosa profunda o alteraciones circulatorias severas: la diatermia podría aumentar el riesgo de movilización de trombos en personas con insuficiencia venosa grave.
6.- Resultados esperados con la Diatermia
Reducción de la sensación de pesadez pélvica.
Mejora en la tonicidad muscular y estabilidad de los órganos pélvicos.
Disminución de inflamación y mejora en la vascularización de los tejidos.
Potenciación de la rehabilitación funcional del suelo pélvico.
7.- Seguimiento y evaluación
Evaluación periódica de la evolución del prolapso mediante exploración clínica.
Registro de los cambios en síntomas y calidad de vida del paciente.
Recomendaciones de ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico para complementar el tratamiento.
Reevaluación a los 3-6 meses para determinar la necesidad de sesiones de mantenimiento.
Conclusión
La diatermia representa una opción terapéutica eficaz en el manejo del prolapso de órganos pélvicos, especialmente cuando se combina con fisioterapia especializada. Su aplicación permite mejorar la funcionalidad muscular, reducir síntomas y optimizar la calidad de vida de los pacientes, contribuyendo a un enfoque conservador y preventivo en el tratamiento del POP.
*Es importante recordar que esta información es solo para fines informativos y no debe considerarse como un sustituto del consejo médico profesional.*
Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia. Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros.
Esmeralda Banacloy. Fisioterapeuta: 677.47.20.37