Esmeralda Banacloy Martínez. Fisioterapeuta

Autora del Libro DIATERMIA CAPACITIVA Y RESISTIVA

TRATAMIENTO DE LAS ARRUGAS, FLACIDEZ DEL CUELLO Y ESCOTE CON DIATERMIA

La alta incidencia en las mujeres de las arrugas que se manifiestan en la parte superior del pecho y cuello se debe a que es una piel muy fina y se encuentra en una zona altamente expuesta al sol, lo que provoca la aparición temprana de arrugas.

Por otro lado, el paso del tiempo conlleva una falta de elasticidad y turgencia de la piel, especialmente en una zona de gran movilidad, lo que conduce a la flacidez del tejido y la formación de surcos más profundos. Los tratamientos estéticos pueden adoptar diferentes enfoques, desde la prevención, la atención paliativa y el mantenimiento de los resultados obtenidos tras el tratamiento.

Recomendamos que se realice un tratamiento preventivo utilizando la diatermia, este tipo de cuidado que protege la piel supone la aplicación de una corriente de alta frecuencia que produce una sensación térmica y relajante muy grata.

Con tan sólo una vez al mes, a partir de los treinta a los treinta y cinco años, podremos evitar el deterioro prematuro. Esta orientación que proponemos brinda la posibilidad de realizar un seguimiento de manera efectiva y, en caso necesario, implementar un tratamiento más intensivo. Es fundamental tener en consideración que, tras cualquier procedimiento regenerativo, se requiere programar sesiones de mantenimiento para preservar los beneficios obtenidos mediante el uso de la diatermia.

Es necesario señalar que, aunque los factores genéticos tienen una gran influencia en el proceso de envejecimiento de la piel, existen otros factores externos que también juegan un papel importante. Dentro de los factores extrínsecos que pueden acelerar el proceso de envejecimiento y deterioro de la dermis cabe destacar la contaminación ambiental, el estrés y otros tan importantes como son:

El consumo de tabaco, además de ser perjudicial para la salud en general, también tiene un impacto negativo en la piel.
La nicotina y otros productos químicos presentes en el tabaco dañan el colágeno y la elastina del cutis, escote y cuello, lo que puede provocar la aparición temprana de arrugas y líneas de expresión en estas zonas. Por lo tanto, reducir o eliminar el consumo de tabaco es una medida importante para mejorar la salud de la piel y los resultados de cualquier tratamiento estético.

El abuso de bebidas alcohólicas también tiene un impacto negativo en este tejido. El consumo excesivo de alcohol puede deshidratar la piel y debilitar su capacidad de retener agua, lo que produce una apariencia cansada y envejecida. Además, el alcohol aumenta la producción de radicales libres, lo que contribuye a la formación de arrugas y otros signos de envejecimiento. Por lo tanto, reducir o eliminar el consumo de alcohol es una medida importante para mejorar la salud y apariencia de la piel.

La exposición excesiva al sol es otro factor que puede provocar el envejecimiento prematuro de la piel del cuello. Los rayos ultravioletas del sol, en exceso, dañan las fibras de colágeno y elastina de la piel, provocando la aparición de arrugas, manchas y otros signos de envejecimiento.

Por lo tanto, se recomienda evitar la exposición al sol durante las horas pico de radiación y utilizar siempre cremas protectoras con un factor de protección solar (FPS) adecuado. Además, es importante utilizar cremas hidratantes y humectantes para ayudar a mantener la piel del cuello hidratada y saludable.

Por último, hay que señalar que una mala alimentación, rica en alimentos procesados, grasas, azúcares, bebidas carbonatadas, cafeína, etc. y falta de una adecuada hidratación afectará negativamente a la salud del tejido tegumentario.

En resumen, reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol, proteger la piel de la cara, cuello y escote de la exposición excesiva al sol y mantener una adecuada alimentación, rica en vitaminas y proteínas de calidad, e hidratación, son medidas importantes para mejorar la salud y apariencia de la piel, y para maximizar los resultados de cualquier tratamiento estético.

DIATERMIA CAPACITIVA EN EL TRATAMIENTO DE LAS ARRUGAS DEL CUELLO Y ESCOTE

La diatermia capacitiva es una técnica de electroterapia que produce numerosos efectos fisiológicos  muy beneficiosos para mantener la piel sana y joven, entre ellos cabe destacar su capacidad de incrementar tanto la micro como la macrocirculación en el lugar exacto donde se necesita y elevar la tasa metabólica celular al incrementar la temperatura del tejido tratado.

Además, acelera la eliminación de productos de desecho y toxinas y favorece la regeneración celular. Es por ello, por lo que se obtienen unos resultados espectaculares en las arrugas de la cara, cuello y escote de pacientes que tienen la piel relativamente hidratada y no presenta demasiada flacidez y arrugas de expresión.

Existen dos aspectos clave en el tratamiento propuesto: por un lado, se busca aumentar la hidratación local, que es el efecto más potente que aporta la modalidad capacitiva, pues con ello conseguimos rellenar las arrugas, hidratar la piel desde el interior, y, por otro lado, se busca incrementar la producción de ácido hialurónico, colágeno y elastina, que son clave para mantener la turgencia y el aspecto juvenil de la piel.

El aumento térmico, cuidadosamente realizado teniendo en cuenta las particularidades individuales de cada persona, favorece el aporte de los nutrientes que la piel necesita al tiempo que se incrementa la tensión de oxígeno local.

Destacar que la diatermia capacitiva es una modalidad de esta técnica de electroterapia que nos ayuda a recuperar el equilibrio perdido y con ello se facilita la revitalización de la dermis, evitando o reduciendo en muy alto grado la apariencia de piel envejecida en esta zona tan visible de nuestro cuerpo.

Para realizar el tratamiento con diatermia capacitiva debemos:

Colocar la placa pasiva en la región interescapular, realizando una geometría longitudinal corta y concentrando toda la acción de la corriente electromagnética en la zona de escote y cuello. Es recomendable poner un poquito de crema de radiofrecuencia en la placa de retorno para mejorar la conductividad.

Usar el electrodo capacitivo de tamaño medio, desplazándolo con una presión leve, aunque firme, que no resulte molesta, y procurando siempre un contacto total con la superficie de tratamiento. Es importante recordar que no debemos insistir en realizar demasiados pases sobre la zona de la glándula tiroides, para evitar un calentamiento excesivo, lo mismo que en los senos carotídeos.

Controlar el tiempo de tratamiento: este siempre depende de lo extensa que sea la zona en la que debemos aplicar la modalidad capacitiva, siendo en general de unos 20 minutos si vamos a tratar en la misma sesión el escote y el cuello.

La pauta recomendada es al inicio realizar dos sesiones semanales y con el tiempo ir distanciándolas en función de la evolución de cada paciente.

En pieles poco deterioradas obtendremos muy buenos resultados incluso desde la primera sesión, y con 8-10 sesiones se estabilizará la mejoría. En pieles más maduras necesitaremos sobrepasar las 10 sesiones.

Debemos recordar que en todos los casos se precisará de un mantenimiento adaptado a cada necesidad.

Programar nuestro equipo con una potencia o intensidad tal que el calor percibido por el paciente sea lo que conocemos como grado II en plexos venosos y glándula tiroides, y en el resto de las zonas de tratamiento debemos programar la intensidad/potencia del equipo para llegar a percepciones de sensación térmica grado III, o lo que es lo mismo, un calor intenso, pero que sea siempre agradable.

Seleccionar una frecuencia alta en nuestro equipo, ya que el tratamiento es muy superficial, recomendamos entre 0,7 / 1 MHz como frecuencia óptima.

Por último, podemos utilizar cremas, vitaminas o serums con principios activos hidratantes, nutritivos y/o reafirmantes, que sean compatibles con el aumento de temperatura provocado por la diatermia, a ser posible recomendadas por un dermatólogo o, al menos, que sepamos con seguridad que son bien toleradas por el paciente, ya que algunos de ellos tienen pieles muy sensibles y pueden tener reacciones adversas a los distintos componentes de las cremas.

Aunque los resultados obtenidos se deben fundamentalmente a los cambios producidos por el paso de la corriente diatérmica no debemos descartar la acción coadyuvante de los principios activos de productos cosméticos de calidad.

 

DIATERMIA RESISTIVA EN EL TRATAMIENTO DE LAS ARRUGAS DEL CUELLO Y ESCOTE

En el tratamiento de las arrugas del cuello, la diatermia resistiva es una técnica muy eficaz cuando la piel se encuentra muy deshidratada y las arrugas son muy profunda. En estos casos, la acción de la diatermia resistiva sobre la neocolagenesis es mucho más intensa y, por tanto, más efectiva. Conforme va mejorando la vascularización e hidratación del tejido cutáneo podemos combinar en la misma sesión la modalidad resistiva y la capacitiva.

Para realizar el tratamiento con diatermia resistiva, es necesario:

Colocar la placa neutra: lo más transversal posible, recomendamos situarla en la zona interescapular y aplicar crema para mejorar la conductividad. Para evitar el calentamiento de la placa pasiva le pondremos un poco de crema conductora y nos aseguraremos de que tiene un contacto pleno con la piel del paciente.

Si vamos a utilizar el electrodo bipolar, no colocaremos la placa de retorno/neutra del equipo, ya que tanto el electrodo neutro como el resistivo se encuentran integrados en el mismo manípulo.

Aplicar el electrodo resistivo realizando una presión ligera. Se utilizará el electrodo que mejor se adapte a la superficie a tratar, en la mayor parte de las ocasiones será electrodo mediano. La diatermia resistiva es una técnica muy efectiva para tratar las arrugas del cuello y el escote en casos de pacientes que presenta una piel muy deshidratada y con arrugas muy marcadas. Su aplicación adecuada y controlada siempre va a producir resultados satisfactorios para el paciente. Es aconsejable que cuando realicemos un tratamiento estético que precise la combinación de ambas modalidades, capacitiva y resistiva, comencemos primero por la resistiva.

Mantener un tiempo mínimo de tratamiento para obtener los resultados deseados. Entre 10 y 15 minutos si sólo hacemos el cuello y otros 15 minutos más si extendemos el tratamiento al escote. En caso de combinar capacitiva y resistiva, dedicaremos más o menos tiempo a cada una de ellas en función de lo deshidratado que esté el tejido, es decir, si hay mucha deshidratación y flacidez aplicaremos más tiempo de resistiva y conforme vaya mejorando el tejido tras los tratamientos haremos más tiempo de capacitiva y menos de resistiva.

Aplicar una intensidad tal, que el calor percibido por el paciente sea de grado II-III, adaptándonos en cada momento al territorio que estamos tratando. La aplicación requiere de una sensación térmica elevada, pero grata.  Insistimos en que no se debe trabajar con demasiada intensidad ni sobre la zona de la glándula tiroides ni sobre los barorreceptores ubicados en los senos carotídeos.

Programar en nuestro equipo una frecuencia alta: la frecuencia recomendada necesariamente elevada entre 700 KHz y 1 MHz, para que el calor se perciba esencialmente en la superficie de la piel.

En definitiva, la diatermia capacitiva y resistiva es una técnica de electroterapia con escasas contraindicaciones, no invasiva, segura y muy eficaz para tratar tanto las arrugas como la flacidez del cuello y el escote. Su correcta aplicación produce resultados bastante rápidos, muy satisfactorios y fáciles de mantener.

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia.

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Esmeralda Banacloy Fisioterapeuta: 677.47.20.37

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