Esmeralda Banacloy Martínez.

Francisco Barrios Marco.

Fisioterapeutas.

Autores de: Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva y Cursos Online de Therapy Global Solutions

COVID 19. SECUELAS NEUROLOGICAS DEL SARS-COV-2 Y SU TRATAMIENTO CON DIATERMIA

Puesto que en un artículo anterior se tratan extensamente las características de esta enfermedad, sus orígenes y fundamentalmente las secuelas respiratorias, vamos a centrarnos en este texto en otro tipo de consecuencias, orientándonos primordialmente en las secuelas neurológicas de la Covid-19 y cómo la Diatermia nos facilita el tratamiento de estas.

Debemos recordar que son las personas de avanzada edad las que sufren en mayor medida los efectos del SARS-CoV-2, especialmente si padecen patologías previas como diabetes, cardiopatías, asma u otro tipo de patologías pulmonares, sistema inmunológico deprimido, obesidad, hipertensión, etc. Los niños y adultos jóvenes en general, suelen pasar la enfermedad con efectos leves e incluso siendo asintomáticos sin embargo, en las personas mayores encontraremos una elevada incidencia de secuelas neurológicas derivadas de la Covid-10.

A su vez, son aquellos pacientes que han sufrido de forma más grave la Covid-19 y han superado la enfermedad los que presentas más secuelas. Encontraremos más afectaciones del sistema nervioso en pacientes con una estancia prolongada en la UCI, con patologías múltiples. Aun superando la enfermedad sus consecuencias pueden prolongarse durante semanas o meses y queda por ver si algunas llegarán a ser permanentes.

Los síntomas de carácter neurológico identificados son: cefaleas, confusión, conciencia alterada, dolor muscular y articular, anosmia, disgeusia, fatiga crónica, insomnio, encefalopatías, miopatías… En unos, la intervención con las diversas técnicas de fisioterapia y en especial la Diatermia permitirá una mayor calidad de vida a nuestros pacientes, en otros con pérdida del olfato o del gusto, nuestras posibilidades de lograr un resultado positivo son muy leves.

Signos y síntomas neurológicos sobre los que podemos actuar con eficacia:

  • Insomnio. Desde el uso de las técnicas de relajación (hemos publicado en esta misma página web el archivo de audio que usamos en nuestros pacientes) a la aplicación de masoterapia relajante. La aplicación de Diatermia en la espalda produce un profundo efecto de relajación de la musculatura, mejorando la viscoelasticidad de los tejidos, si al mismo tiempo que pasamos el electrodo con una mano, con la otra realizamos un suave masaje para estimular los receptores neurológicos de bajo umbral, el efecto de distensión es incomparable a cualquier otra técnica que hayamos utilizado previamente en fisioterapia.
  • Neuropatías por atrapamiento. Con una incidencia mayor en pacientes diabéticos, debidas fundamentalmente al largo periodo de encamamiento, las neuropatías focales más comunes son las del túnel carpiano, nervio peroneo y nervio ulnar.
  • Pérdida del equilibrio, dificultad para mantenerse de pie y para la deambulación. El terapeuta puede diseñar un programa individual y personalizado de ejercicios de equilibrio, propiocepción y reentrenamiento. Que consistirá básicamente en la estimulación del control postural tanto dinámico como estático, la enseñanza de estrategias de estabilidad adecuadas en los casos de desequilibrio, ejercicios de habituación a los cambios posturales, de mejora de los límites de estabilidad e incluso trabajando la estabilización visual durante los movimientos de la cabeza y el cuerpo.   La terapia ayudará a compensar la falta de equilibrio y a mantener la actividad física, en las mejores condiciones posibles.
  • Pérdida del rango óptimo de movimiento (ROM).  La inmovilidad y la debilidad muscular pueden afectar tanto al tejido nerviosos como al muscular, en ambos casos la fisioterapia demuestra su eficacia en el proceso de rehabilitación. La diatermia nos permitirá tanto mejorar la nutrición de los tejidos, acelerando la tasa metabólica, como reducir la hipoxia, eliminar los catabolitos y mejorar la viscoelasticidad de los tejidos tratados, gracias a ello conseguiremos optimizar el recorrido articular sin apenas molestias para el paciente.
  • Fatiga general, síndrome de fatiga post-Covid-19. Es muy común que tras el alta hospitalaria los pacientes narren encontrarse en una especie de convalecencia que no termina nunca, no están mal, pero tampoco se encuentran bien. Aunque aparentemente están recuperados de la enfermedad, persiste un cansancio que les imposibilita realizar tareas que antes llevaban a cabo con total normalidad, parece como si la energía les hubiera abandonado y todo costara un esfuerzo excesivo.
  • Sensibilidad cutánea alterada. Cuando el sistema nervioso periférico se ve afectado, las señales que manda al SNC pueden generar cierta preocupación, pues no se perciben del mismo modo áreas determinadas del cuerpo como los pies o existen sensaciones de picor o molestias en la piel sin que haya afectación alguna en la misma. Algunos pacientes padecen de hipoestesia, disestesia e incluso alodinia.

Podríamos incluir también una cierta dificultad en la realización de movimientos que requieren un mínimo de coordinación, en esencia observamos que las secuelas a las que nos referimos tienen componentes neurológicos: motores, sensoriales o mixtos, más graves en aquellos pacientes críticos, con estancias muy prolongadas en las unidades de cuidados intensivos.

La aplicación de la Diatermia produce una elevación de la temperatura en profundidad, justo en los tejidos diana que deseamos tratar, el medio más eficaz que tiene el sistema nervioso central para mantener la homeotermia es provocar un incremento notable del volumen de sangre que irrigará los tejidos tratados drenando el calor, al mismo tiempo que los nutre y eleva su saturación de oxígeno. Al estimular el drenaje venoso y linfático se facilita la eliminación de catabolitos y edemas.

Para favorecer la regeneración tisular debemos provocar un incremento moderado de la temperatura, totalmente agradable para el paciente, lo que incrementará la tasa metabólica y con ella la velocidad a la que se producen las reacciones bioquímicas. Cuando trabajamos a potencias elevadas sobre la musculatura se produce un potente efecto decontracturante, tanto en los músculos de fibra lisa como de fibra estriada, lo cual de forma indirecta colaborará en el mantenimiento de una mejor capacidad respiratoria, al relajar los músculos tensos, mejorar la viscoelasticidad de los tejidos ricos en colágeno y favoreciendo la movilidad de la caja torácica y los miembros superiores, todo ello convierte a la Diatermia en un poderoso aliado en el tratamiento, tanto de las contracturas como de las adherencias originadas por el encamamiento prolongado.

No podemos olvidar el potente efecto antiálgico de la Diatermia, que debemos aprovechar al máximo en el tratamiento de las secuelas, comprender el modo en que la diatermia actúa frente al dolor nos permitirá eliminar o reducir este síntoma que resulta siempre insidioso a nuestros pacientes.

 

Mecanismos de bloqueo del dolor de la Diatermia:

  • La elevación de la temperatura genera aferencias sensitivas por los canales polimodales. Tanto las vías nerviosas C como las A delta se saturan de información térmica que en el asta posterior de la medula espinal provocan una potente acción neuromoduladora, lo que genera a su vez múltiples efectos: inhibición de las fibras aferentes gamma y por tanto reducción de la tensión muscular, aumento de encefalinas en el líquido cefalorraquídeo y debido a ello incremento del umbral doloroso.
  • Los procesos inflamatorios incrementan la presión mecánica sobre el tejido nerviosos nociceptor, cuando conseguimos reducir la inflamación aplicando Diatermia, también reducimos las aferencias álgicas y contribuimos a una reducción del dolor percibido por el paciente.
  • La tensión muscular genera isquemia y esta dolor y catabolitos que la mantienen o incrementan, al conseguir un efecto decontracturante y antiespasmódico con la Diatermia se reduce la isquemia, se drenan los catabolitos y se reduce el dolor.
  • El aumento del flujo hemolinfático favorece la reparación tisular y disminuye la concentración de bradicinina, serotonina, histamina, y otras substancias implicadas en el mantenimiento tanto del dolor como del espasmo muscular.
  • La elevación de temperatura intensa de un nervio periférico genera un incremento del umbral doloroso en el territorio que inerva y por tanto una reducción del dolor percibido.

Podemos entender que en ningún caso existe un mecanismo único que de por sí logre la reducción del dolor, la combinación de los diversos efectos fisiológicos que produce el incremento de temperatura en profundidad que logramos con la diatermia es lo que conseguirá el potente efecto analgésico que podemos constatar en los tratamientos clínicos.

El objetivo de la fisioterapia será tratar las alteraciones sensitivas y motoras, tras realizar una valoración muscular, de rango de movilidad, de la sensibilidad y exploración de los reflejos diseñaremos un protocolo de acción que tenga en cuenta las posibles alteraciones que encontraremos, entre ellas las más comunes son:

  • Dolor. Es un síntoma que podremos tratar con eficacia por medio de la diatermia, tal como hemos señalado anteriormente. Incluso podremos tratar alteraciones de la sensibilidad como la hiperalgesia, alodinia, disestesias.
  • Sensación de anestesia mono o bilateral. Mas común en los pies, que el paciente describe como pérdida de sensibilidad muy clara, no existe una sensibilidad fina.
  • Ataxia sensitiva. La ataxia sensorial  supone la merma de la capacidad de coordinación, cuyo origen es la alteración sensitiva de los nervios periféricos, incapaces de proporcionar una información fiable de la posición. Esta afectación neurológica dificulta la propiocepción y puede llevar a la incapacidad de mantener el ortostatismo, impidiendo la deambulación. Cuando la afectación es menor dificulta los movimientos que exigen una coordinación precisa, aunque el paciente pueda permanecer de pie o caminar sin dificultad.
  • Musculatura debilitada. Ya sea por el tiempo de encamamiento prolongado o por la afección neurológica que afectará a la musculatura que inerva. Debemos prestar especial atención a la musculatura principal y accesoria que colabora con el proceso ventilatorio.

El tratamiento de fisioterapia supone la realización de un plan específico de rehabilitación adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, en el que la cinesiterapia actuará como un elemento central, con el objetivo de mejorar la movilidad y el desarrollo tanto  de la fuerza como de la resistencia muscular. La diatermia nos ayudará a que el paciente mejore la amplitud articular en las zonas en que esta se encuentre afectada, ya que su potente capacidad de mejorar la viscoelasticidad de los tejidos afectará al colágeno y nos permitirá realizar movilizaciones sin desencadenar dolor.

Las técnicas de masoterapia actuarán como un elemento facilitador de la circulación linfática y venosa, la diatermia aplicada de forma longitudinal facilita el drenaje y activa la circulación, al combinarla con el masaje ambas técnicas se potencian y amplían su efectividad.

Como en un artículo previo de este blog, que trata sobre la aplicación de la Diatermia en el tratamiento de las secuelas de la Covid-19, se centraba fundamentalmente en las secuelas que por entonces eran más preocupantes o evidentes, en este vamos a profundizar en el tratamiento del dolor y de la fatiga crónica post Covid-19.

El síndrome de fatiga crónica post Covid-19 es una secuela que se produce en muchos pacientes tras el alta hospitalaria, es cierto que experimentar un cierto cansancio tras haberse recuperado de un proceso febril entra dentro de la normalidad y con un periodo de convalecencia breve se deben recuperar las fuerzas perdidas. Sin embargo, como ya hemos comentado es común en los pacientes negativizados del Covid-19 que, tras el alta, pasado más de un mes describan una sensación de agotamiento que persiste, un cansancio generalizado que se resiste a remitir.

Pareciera como si el periodo de convalecencia no cesara nunca, es un síntoma que merma de forma notable la calidad de vida del paciente, ya que incluso le impide desarrollar tareas cotidianas con normalidad e incluso desarrollar su actividad laboral. Por otra parte, el confinamiento obligatorio y el aislamiento social ha supuesto especialmente en las personas de edad avanzada, no solo la imposibilidad de realizar actividades que favorecen su movilidad, con el consiguiente deterioro físico, sino que la disminución de las relaciones personales ha generado en multitud de casos problemas de tipo cognitivo y psicológico.

Tratamiento con Diatermia Capacitiva de las secuelas de la covid-19. Dolor y Síndrome de fatiga crónica post Covid-19.

En primer lugar, hemos de procurar motivar al paciente para que colabore con el proceso de rehabilitación, ya que su experiencia de cansancio, cuando no la vivencia de un estado depresivo, hace que nos encontremos con un paciente con menor motivación. Su estado de negatividad, comprensible, nos obliga a realizar un esfuerzo mayor de modo que compensemos su sufrimiento con un tratamiento que le permita vislumbrar que tanto el dolor como la fatiga, van a ser síntomas pasajeros.

El tratamiento de la técnica capacitiva nos permitirá lograr un potente efecto decontracturante, antiespasmódico, bioestimulante que facilitará el proceso de rehabilitación, la aplicaremos también previamente a la utilización de las herramientas miofasciales resistivas para favorecer una vascularización y oxigenación de los tejidos, también nos resultará muy útil la aplicación de la técnica capacitiva tras la realización de los ejercicios para reducir la sensación de cansancio.

En el tratamiento con la técnica capacitiva orientado a relajar la musculatura, trataremos en especial las zonas más densificadas, con mayor tensión muscular.

Colocación del paciente. Como la espalda es, en general, el lugar en que la tensión muscular se acumula en mayor grado, trataremos al paciente en decúbito prono.

Colocación de la placa pasiva. Si hacemos un tratamiento específico del cuello, que suele mostrarse especialmente tenso, colocaremos la placa pasiva en contacto con el esternón, si vamos a tratar toda la espalda, buscando además de un efecto antiestrés, relajar la musculatura respiratoria sobrecargada, colocaremos la placa a nivel del diafragma.

Aplicación del electrodo capacitivo. Utilizaremos el electrodo capacitivo mediano o grande, sobre toda la musculatura que deseemos tratar, centrándonos especialmente en aquella en la que percibamos mayor acortamiento, acompañaremos el movimiento de la mano que pasa el electrodo con la otra, de modo que se realice un suave masaje para estimular los receptores mecánico de bajo umbral. Se recomienda seguir la orientación de las fibras musculares.

Tiempo de tratamiento. Alrededor de los 15-20 minutos, dependiendo del tamaño del área a tratar.

Intensidad. En las zonas en las que percibimos gran tensión debemos trabajar con intensidades elevadas buscando una sensación térmica grado III, que el paciente perciba un calor intenso; pero siempre agradable, nunca sensación de que “quema”.

Frecuencia. Preferiblemente frecuencias bajas de 400 a 500 KHz.

Tratamiento con Diatermia Resistiva de las secuelas de la covid-19. Dolor y Síndrome de fatiga crónica post Covid-19.

La Diatermia resistiva permite realizar un tratamiento específico adaptado a las diversas condiciones en las que se encuentra afectado el sistema nervioso y/o vascular.

Utilizaremos la técnica resistiva para:

  • Tratamiento de puntos trigger. Puntos especialmente dolorosos y capaces de generar dolor irradiado. Sobre bandas musculares tensas. En ambos casos con el objetivo específico una disminución del dolor.

  • Tratamiento del tejido miofascial. La inmovilización dificulta el funcionamiento correcto de este tejido, lo que puede ocasionar adherencias entre sus diferentes planos, generando dolor y de forma indirecta una disfunción motora y postural.

  • La combinación de neurodinamia y diatermia facilitan la resolución de los diversos atrapamientos del tejido nervioso, especialmente eficaz en el tratamiento de radiculopatías del miembro superior.

  • En pacientes que han permanecido encamados durante un largo espacio de tiempo, la diatermia nos permitirá realizar una bioestimulación y drenaje eficaz de las extremidades que, unido al tratamiento de la técnica capacitiva en la espalda y el aprendizaje de las técnicas de relajación, conseguiremos mejorar el estado de fatiga crónica.

  • Facilitar la movilización de articulaciones con pérdida de rango de movilidad, favoreciendo la cooperación del paciente al disminuir las molestias durante kinesiterapia, al mejorar la vascularización los tejidos, relajar la musculatura acortada y aumentar su viscoelasticidad.

Los equipos más modernos de diatermia,  tienen hasta tres diversos tipos de electrodos resistivos: 1) los clásicos metálicos, redondos de diversos diámetros que se utilizan para el tratamiento genérico de los tejidos poco hidratados , 2) los automáticos, en sus diversas modalidades: autoadhesivos o que se fijan con una cincha, son especialmente útiles cuando deseamos aplicar la técnica resistiva longitudinal, al mismo tiempo que realizamos movilizaciones, neurodinamia, ejercicios de propiocepción o pedimos al paciente que realice movimientos activos, 3) electrodos resistivos miofasciales, que como su nombre indica nos van a resultar especialmente útiles en el tratamiento de los síndromes miofasciales, patología tendinosa, capsular y muy resolutivos sobre los trigger points.

Colocación de la placa pasiva. Dispondremos la placa pasiva del modo más transversal posible cuando nuestro deseo sea provocar un rápido incremento de la temperatura, en esencia: para tratamiento de trigger points, o liberación miofascial.

En el tratamiento de drenaje de miembros inferiores colocaremos la placa pasiva en la zona glútea o lumbar, cuando busquemos activar la circulación de miembros superiores colocaremos la placa pasiva interescapular o bajo el hombro.

Aplicación del electrodo resistivo. En el caso de los puntos trigger utilizaremos un electrodo mediano o pequeño si carecemos de herramientas miofasciales, lo mantendremos fijos con el objetivo de elevar la temperatura rápidamente, cuando el paciente nos indique que comienza a dejar de ser agradable, separaremos el electrodo reduciremos la intensidad entre un 5-10% y volveremos a aplicar sobre el punto doloroso, seguiremos con este proceso durante cinco minutos, habiendo repetido al menos 3 veces la pauta indicada.

Cuando el objetivo es el drenaje de un miembro aplicaremos el electrodo resistivo de mayor tamaño distal, en la palma de la mano o la planta del pie.

Tiempo de tratamiento. Entre 15 y 20 minutos dependiendo del área a tratar.

Intensidad. Cuando tratemos síndromes radiculares o dolores irradiados nuestra recomendación es hacer un tratamiento con calor suave, muy agradable, grado II.

En los tratamientos de drenaje hemos de tener en cuenta que no deseamos calentar en exceso los sistemas venoso y linfático, trabajaremos con un grado II, calor muy agradable, un poco por encima de grado I (atérmico).

Sobre adherencias, puntos dolorosos, tejido miofascial y zonas fibrosadas trabajaremos con intensidades elevadas, grado III, la sensación térmica ha de ser intensa; pero nunca molesta.

Frecuencia. En los tratamientos de drenaje buscamos que la frecuencia nos permita la mayor profundidad posible del alcance de la diatermia: de 300 a 500 KHz, en tratamientos más superficiales de 700 KHz a 1 MHz

PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES

Aunque es de todos conocido, no está de más recordar que debemos utilizar la Diatermia para tratar secuelas del Covid-19, siempre y cuando el paciente haya dado al menos dos pruebas negativas, en ningún caso durante la evolución de la patología o ante cualquier manifestación de un proceso de agudización o sospecha de fiebre.

En este mismo blog hay un texto que trata específicamente las contraindicaciones de la Diatermia. Recordamos algunas esenciales a tener en cuenta siempre: no utilizar en pacientes portadores de marcapasos o equipos electrónicos implantados en el cuerpo, no utilizar en patologías tumorales, embarazo o ante la sospecha de procesos trombóticos. La Diatermia está sujeta a las contraindicaciones clásicas de la media y alta frecuencia de la electroterapia. Prestar especial atención a las recomendaciones del manual del equipo que se usa para ceñirse a las indicaciones del fabricante.

En estos momentos es preciso tener un cuidado especial en cumplir con rigor todas las especificaciones de desinfección e higiene que aconsejan las autoridades sanitarias, en el área clínica y el material que se utiliza.

Resulta difícil mantener la distancia de seguridad, así que hemos de extremar las precauciones y verificar que tanto el paciente como nosotros usamos el material de protección adecuado, le habremos tomado la temperatura previamente y ambos nos habremos desinfectado las manos.

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia. Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros. Francisco Barrios. Fisioterapeuta: 617.318.154