Esmeralda Banacloy Martínez.
Francisco Barrios Marco.
Fisioterapeutas.
Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA EN EL TRATAMIENTO DE LA MICRODISCECTOMÍA LUMBAR
La microdiscectomía lumbar es una intervención quirúrgica que consiste en retirar parte de un disco lumbar intervertebral dañado, conservando el resto y liberar la presión que éste ejercía sobre la raíz nerviosa afectada. Es una operación mínimamente invasiva, el cirujano hace una incisión de 2.5 a 4cm en la espalda, por lo que la recuperación suele ser muy rápida y los resultados altamente satisfactorios. Como se conserva el resto del disco, éste puede seguir ejerciendo parte de su función y al no poner fijaciones (artrodesis vertebral) no se ve restringida la movilidad, ni se dañan discos contiguos.
Normalmente el paciente siente que, tras la intervención, el dolor radicular ha disminuido o desaparecido casi por completo. Dependiendo del tiempo que haya sufrido la ciatálgia o radiculopatía, necesitará de más o menos tiempo para recuperar el normal funcionamiento del nervio y recobrar la fuerza muscular. Esta es una intervención que se practica cuando los tratamientos conservadores estándar han fracasado: aines, relajantes musculares, analgésicos potentes tipo pregavalina y fisioterapia, o bien si se ven comprometidos los esfínteres, lo que conocemos como síndrome de la cola de caballo. En este caso, la intervención es de urgencia, ya que cuanto más tiempo pase el paciente con dicha afectación, menos posibilidad hay de que se recupere totalmente una vez intervenido.
1.- ¿Cuál es el tratamiento preoperatorio de elección en este caso?
Como el paciente estará con bastante dolor radicular y contractura refleja, dado que ya no vamos a poder evitar la intervención, nos centraremos en conseguir un efecto analgésico y relajante. Trabajaremos con la técnica capacitiva en toda la zona lumbosacra y en la zona glútea hacia donde irradia el dolor.
El tratamiento será puramente paliativo, y lo que pretendemos es mejorar la calidad de vida de nuestro paciente, hasta que lo operen, y mantener los tejidos que van a ser intervenidos en las mejores condiciones posibles.
Aunque somos conscientes de que la inflamación del nervio no va a ceder hasta que desaparezca la causa mecánica que la está ocasionando, lo trataremos con la técnica resistiva. Colocaremos la placa de retorno en la planta del pie de la extremidad afectada o en la pantorrilla, a nivel de la bifurcación del nervio ciático. Pasaremos el electrodo resistivo por la zona de la hernia y la salida del ciático a nivel del glúteo. A ser posible, trabajaremos con frecuencias altas, por ejemplo de 680 KHz, y con intensidades bajas. Hemos de recordar que nunca es conveniente calentar en exceso el tejido nervioso porque suele responder con un aumento del dolor.
2.- ¿Cuándo iniciaremos el tratamiento postoperatorio?
En la mayoría de los casos vamos a esperar a que se retiren las grapas, es decir de 10 a 14 días tras la intervención. Cuando comencemos el tratamiento con la diatermia/Tecarterapia, lo que buscamos es potenciar al máximo la recuperación biológica y controlar tanto el dolor postoperatorio como el proceso inflamatorio. Utilizaremos la Diatermia capacitiva para realizar drenaje linfático y obtener un efecto antálgico.
- Programamos una frecuencia baja ( entre 0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación atérmica
- Realizando movimientos lentos y sin presión
- Con el electrodo manual capacitivo mediano o de mayor tamaño
Por ello, trabajaremos con intensidades bajas, para conseguir una acción sobre las células y estimular la reparación o regeneración tisular.
Además de trabajar para disminuir el edema posquirúrgico, controlaremos la cicatrización de la herida, para evitar que se formen adherencias o fibrosis. Como ya se ha cerrado totalmente podemos pasar por encima el electrodo capacitivo con intensidad baja.
En el periodo subagudo, básicamente buscaremos disminuir el dolor residual y el hipertono reflejo, aumentando el flujo hemático, reduciendo la viscosidad y la densidad de la matriz. Ahora ya podemos trabajar con las dos técnicas, la capacitiva y la resistiva. Aplicando intensidades moderadas y colocando la placa transversal durante el tratamiento capacitivo y longitudinal en el resistivo.
Una vez superada esta fase, nos centraremos en conseguir la recuperación funcional, para ello aplicaremos la diatermia con la finalidad de vascularizar la zona, y mejorar la sensibilidad, tratando las posibles parestesias que persisten tras la intervención y mejorando la fuerza y la propiocepción. Para ello, recomendamos seguir aplicando la técnica capacitiva con la placa pasiva en el abdomen durante unos 10-12 minutos, con una intensidad moderada-alta y la resistiva más suave, situando al paciente de decúbito supino, con la placa en la zona de la intervención y aplicando el electrodo resistivo, manual o automático, en la pantorrilla o en el pie. Aprovecharemos para realizar movilizaciones activas y estiramientos suaves de toda la cadena posterior. Iremos distanciando los tratamientos conforme se vaya instaurando la mejoría, se recomienda empezar por tres sesiones la primera semana tras la microdiscectomía, dos en la segunda semana y si la evolución es favorable, continuar con una semanal hasta que se haya recuperado el paciente totalmente.