Esmeralda Banacloy Martínez. Fisioterapeuta
Francisco Barrios Marco. Fisioterapeuta
Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA EN LUMBALGIA CRÓNICA
Cuando el dolor lumbar agudo no se trata adecuadamente, o cuando el paciente padece continuas recidivas por sobreesfuerzos de alta intensidad, repetitivos, recuperación inadecuada tras cargas excesivas en el mundo laboral o deportivo, el dolor lumbar se vuelve crónico. El dolor lumbar crónico puede acabar prolongándose durante meses e incluso años, con intervalos de recuperación a los que sigue un nuevo periodo de regreso de los síntomas. El tratamiento clásico de Fisioterapia, calmantes y antiinflamatorios no suele tener efecto en la lumbalgia crónica.
El paciente acude a la consulta de fisioterapia y nos refiere siempre dolor que no cesa, que en ocasiones se irradia hacia la zona glútea y a lo largo de la pierna, en una o ambas extremidades. Al explorar apreciamos siempre la musculatura de la zona lumbar contracturada, e incluso esa contractura se manifiesta a lo largo de toda la musculatura paravertebral, en especial en la zona dorsal.
Además del dolor el paciente crónico nos manifiesta dificultad al realizar movimientos en los que interviene la columna lumbar, hasta el punto de llegar a limitar su capacidad de deambulación e incluso le impide permanecer estático de pie. Al explorar aumenta el dolor a palpación.
Observamos una musculatura superficial contracturada de forma permanente y una dificultad para el movimiento coordinado, ya que el dolor provoca sustituciones. La musculatura profunda se debilita, el equilibrio funcional de la musculatura de la espalda se ve afectado por el dolor continuo que incita a realizar menos movimientos y con ello la debilidad aumenta, al final todo ello se convierte en un proceso que se realimenta produciendo más dolor y aumentando la incapacidad funcional.
DIATERMIA CAPACITIVA EN LUMBALGIA CRÓNICA
La diatermia capacitiva es una técnica de termoterapia muy eficaz en la lumbalgia crónica, es un tipo de hipertermia profunda que por medio de radiofrecuencia es capaz al mismo tiempo de provocar un potente efecto analgésico y antiespasmódico.
El paciente se colocará en decúbito prono con la placa pasiva en el abdomen, de ese modo podremos acceder a tratar con toda comodidad toda la zona afectada, utilizaremos el electrodo capacitivo de mayor diámetro para así poder conseguir una agradable sensación térmica trabajando con mayor potencia, no debemos olvidar que es precisamente la energía que introducimos y se transforma en temperatura en la profundidad de los tejidos la que provoca los cambios fisiológicos, que lograrán una relajación de la musculatura y la disminución del dolor.
A lo largo de todo el tratamiento procuraremos que el paciente no sienta un calor excesivo, procuraremos desplazar el electrodo activo en el sentido de las fibras musculares, proponemos que cada terapeuta valore si se obtienen los mismos resultados haciendo el movimiento en la dirección que sugerimos o realizándolo con círculos o de forma transversa.
En las primeras sesiones trabajaremos, a ser posible, la musculatura dorsal, lumbar y glútea para conseguir una relajación más generalizada de la espalda.
En la primera o segunda sesión puede ser por ello interesante hacer un tratamiento un poco más largo para tratar una zona más amplia, para posteriormente en otras sesiones centrarnos en el territorio afectado.
Para conseguir un efecto relajante sobre una musculatura tan contracturada al mismo tiempo que logramos un potente efecto analgésico debemos trabajar entre 10 y 15 minutos con una sensación térmica 3: calor claramente perceptible, intenso y muy agradable. Si el equipo que tenemos está aislado de forma que la corriente no atraviese quien la aplica podemos realizar masaje con la mano al mismo tiempo que aplicamos la diatermia capacitiva.
DIATERMIA RESISTIVA EN LUMBALGIA CRÓNICA
Aplicaremos la diatermia resistiva en lumbalgia crónica especialmente en las zonas en que ha aparecido un rubor más marcado al aplicar la diatermia capacitiva. Dedicaremos alrededor de 10 minutos específicamente en la zona lumbar y más concretamente en los lugares en los que el paciente refiere dolor, utilizaremos también el electrodo de mayor tamaño para así poder introducir una gran cantidad energía, que el paciente percibirá siempre como agradable. Si utilizamos un electrodo pequeño o mediano la cantidad energía introducida será menor y si queremos trabajar con la potencia que nos puede permitir un electrodo de gran tamaño la sensación térmica puede resultar además de ingrata ineficaz.
Utilizaremos el electrodo resistivo a ser posible haciendo un recorrido de ida y vuelta en el sentido de las fibras musculares, insistiendo siempre en dedicar un poco más de tiempo justo en la zona en la que el paciente refiere dolor.
Con la técnica de diatermia resistiva el paciente puede notar en algunos puntos una sensación de aumento del dolor o de presión cuando pasamos el electrodo, observaremos que disminuye al bajar la intensidad, cosa que habremos de hacer necesariamente. Son zonas en las que dedicaremos un tiempo extra, siempre reduciendo la intensidad para evitar provocar sensaciones desagradables.
¿CÓMO FUNCIONA LA DIATERMIA EN LUMBALGIA CRÓNICA?
Es preciso realizar una aplicación correcta, la aplicación de calor muy intenso y profundo durante breves espacios de tiempo puede producir precisamente el efecto contrario que deseamos, incidimos en este aspecto porque es muy común la aplicación de 5 o 10 minutos de diatermia capacitiva con alta sensación térmica y ello ni resulta grato al paciente ni es eficaz terapéuticamente. En muchas ocasiones el paciente referirá un aumento del dolor y con ello una técnica tan potente será inútil cuando se utilice de forma mecánica a todos por igual. Calor muy intenso aplicado brevemente aumentará la contractura.
El hecho de aumentar la temperatura de forma constante en la zona lumbar hará que el sistema neurovegetativo responda aumentando el riego sanguíneo para proporcionarun enfriamiento efectivo. La elevación de temperatura de un territorio tan amplio se transmite a través de las fibras nerviosas hasta el asta posterior de la médula espinal, con ello se produce un efecto similar al de puerta de entrada de Melzack y Wall que genera un bloqueo de la señal de dolor trasmitidas por las fibras nerviosas amielínicas tipo C.
Por otra parte el aumento de temperatura relaja la musculatura estriada y el aumento del riego sanguíneo libera de la isquemia que ha dado lugar a un círculo de dolor-espasmo-dolor ocasionado por la contractura lumbar permanente. El aumento de la circulación favorece el drenaje de las cininas y con ello la elevación del umbral del dolor.
Es bien conocido que incluso el calor aplicado en superficie tiene efectos relajantes sobre la musculatura. Si tenemos en cuenta que la diatermia es capaz de calentar tanto en superficie como en profundidad, afectando una cantidad de tejido muy superior, podemos hacernos una idea de cómo esta terapia es capaz de modificar tan intensamente el mecanismo que lleva al espasmo muscular y a todo el dolor subyacente generado.
Bien aplicada la técnica de la diatermia, hipertermia o radiofrecuencia es una terapia física muy eficaz en la que podemos obtener resultados desde la primera sesión. Realizando un aplicación correcta el paciente debe salir de nuestra clínica con mucho menos dolor del que acudió. No debemos olvidar que prácticamente la totalidad de nuestros pacientes acuden a nosotros porque sienten dolor, no hay ninguna técnica de fisioterapia que tenga una eficacia mayor, sobre este síntoma tan insidioso, que la diatermia usada correctamente.