Francisco Barrios Marco
Esmeralda Banacloy Martínez
Fisioterapeuta.
Autor del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva
DIATERMIA EN FASCITIS PLANTAR
La diatermia tanto en su aplicación capacitiva como resistiva es una de las técnicas más eficaces de fisioterapia para el tratamiento de la fascitis plantar. Ello es debido a que la inflamación y el dolor que acompañan siempre a la fascitis plantar son dos síntomas que la Diatermia resuelve con particular eficiencia cuando es aplicada correctamente.
Habremos de prestar especial atención al origen de la patología, a las sobrecargas que puedan estar agravando el proceso y a mantener en reposo las estructuras afectadas. En ocasiones, se puede observar la existencia de un espolón calcáneo, en otros casos, no existe tal espolón. No debemos presuponer que el espolón sea la causa de la fascitis, ya que en muchas ocasiones éste es completamente asintomático, un hallazgo que es detectado tras una radiografía en muchos pacientes, que no refieren dolor específico debido a tal espolón.
Las causas de una fascitis plantar pueden ser muy variadas: acortamiento del tendón de Aquiles o de la musculatura posterior de la pierna, debilidad de la musculatura, sobrecarga por un esfuerzo excesivo, patologías degenerativas, diabetes, un calzado inadecuado, los tacones altos… pueden igualmente ser el origen de esta patología que en ocasiones cursa con dolor muy incapacitante e inflamación. Así que establecer cuanto antes un diagnóstico claro y la causa de la afectación va a ser esencial en la resolución de esta patología.
TRATAMIENTO CON DIATERMIA
·Diatermia capacitiva
Aunque fundamentalmente se encuentra afectada la fascia no debemos olvidar que la retracción, el acortamiento muscular que acaba traccionando del tendón de inserción pone en tensión toda la fascia. Así que debemos realizar un tratamiento combinado con diatermia capacitiva y resistiva.
Con la diatermia capacitiva usaremos el electrodo mediano sobre los gemelos y el sóleo, consiguiendo provocar un efecto de relajación de los mismos, cosa que conseguiremos al aplicar durante aproximadamente 7-8 minutos sobre todo el territorio de ambos gemelos con una temperatura que el paciente perciba como intensa pero al mismo tiempo agradable. También realizaremos un tratamiento con la diatermia capacitiva sobre la fascia plantar de alrededor de 5 minutos, en ningún caso el paciente debe percibir sensación de molestia alguna y si eso sucediera disminuiremos rápidamente la intensidad que estamos aplicando.
De este modo conseguiremos reducir la tensión muscular, “destensaremos la zona afectada”, ello actuará reduciendo de forma notable el dolor y también el proceso inflamatorio. El intenso estrés mecánico se reducirá, por un lado el aumento de temperatura local favorece la elasticidad de los tejidos sobre los que se aplica la diatermia, por otra parte el aumento del riego sanguíneo destinado a enfriar la elevación de la temperatura reduce la concentración de cininas, así como la inflamación, aportando oxígeno y nutrientes extra que favorecerán el retorno a la homeostasia del territorio tratado, todo ello favorecerá el proceso de rehabilitación.
·Diatermia resistiva
Dedicaremos especial atención a tratar específicamente el territorio de la fascia plantar, con una intensidad elevada pero al mismo tiempo agradable. Pediremos al paciente que nos indique cuándo siente una sensación de calor intenso pero no quemante. La técnica resistiva nos permitirá generar un calentamiento eficaz de la fascia, aumentar su elasticidad y con ello reducir el dolor y mejorar el riego sanguíneo.
Colocaremos la placa pasiva en los gemelos y pasaremos con movimientos lentos el electrodo resistivo entre 7-10 minutos por toda la zona de la planta del pie, con una presión similar a la que hacemos con una goma de borrar, pasar muy ligeramente sobre la piel no nos proporcionará el efecto deseado.
Utilizando de forma adecuada la Diatermia capacitiva y la resistiva el paciente debería notar una mejoría significativa en el plazo de tres sesiones de tratamiento.
Tratamientos complementarios
En condiciones normales el paciente estará bajo control médico y es muy probable que le haya recetado antiinflamatorios, por desgracia en muchas ocasiones el paciente acude al fisioterapeuta cuando han fracasado todo tipo de tratamientos anteriores, es cierto que si combinamos el tratamiento químico con fisioterapia y ambos coinciden en el tiempo los resultados esperados serán con toda seguridad óptimos.
El estiramiento de la musculatura de la parte posterior mientras sea suave y no genere molestias añadidas ayudará a la relajación fascial, el masaje dulce en la zona afectada contribuirá también a la mejoría de la patología, las taloneras y plantillas adaptadas pueden favorecer una mejoría e incluso evitar recidivas.
Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia.
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Esmeralda Banacloy Fisioterapeuta: 677.47.20.37