Protocolo General de Tratamiento
Cuestiones previas al tratamiento de fisioterapia.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento? Hemos de preguntarnos lo que deseamos obtener con el tratamiento de electroterapia y tras ello considerar:
1.- ¿Cómo he de influir en los procesos fisiológicos de los tejidos para obtener el resultado esperado?
En el caso de tratar una lesión en su fase aguda, lo que buscamos es potenciar al máximo la recuperación biológica y controlar tanto el dolor como el proceso inflamatorio. Por ello trabajaremos de manera atérmica, para conseguir una acción sobre las células y estimular la reparación o regeneración tisular. En la fase subaguda, podemos realizar tratamientos térmicos, básicamente buscaremos disminuir el dolor y el hipertono, aumentando el flujo hemático, reduciendo la viscosidad y densidad de la matriz e incrementando la tasa metabólica. En el estadio crónico de la lesión, nos centraremos en conseguir la recuperación funcional, para ello aplicaremos la diatermia buscando un efecto hipertérmico y así estimular la actividad celular de forma indirecta (mediante cambios químicos y vasculares), además de facilitar la estimulación de articulaciones, cápsulas y ligamentos, favoreciendo la elasticidad de los tejidos y la renovación del colágeno.
2.- ¿Qué técnica es más eficaz para lograr los cambios deseados?
-Utilizaremos la técnica capacitiva para realizar drenaje linfático y buscar un efecto antálgico.
- Programando una frecuencia baja(0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación atérmica
- Realizando movimientos lentos y sin presión
- Con el electrodo manual
-Utilizaremos la técnica capacitiva para disminuir el dolor, neuropatías e hipertono.
- Programando una frecuencia más alta (0,68 – 1MHz)
- Con sensación térmica
- Realizando movimientos lentos y con una ligera presión
- Con el electrodo manual
-Utilizaremos la técnica resistiva para obtener un estímulo regenerativo y osteogénesis.
- Programando una frecuencia baja (0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación atérmica
- Con el electrodo fijo/estático
-Utilizaremos la técnica resistiva, al mismo tiempo que realizamos cinesiterapia.
- Programando una frecuencia baja (0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación térmica
- Con el electrodo manual o estático
-Utilizaremos la técnica resistiva, para tratar hematomas organizados (no calcificados), puntos dolorosos y capsulitis adhesivas o retracciones fasciales, al mismo tiempo que realizamos estiramientos.
- Programando una frecuencia baja (0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación hipertermia
- Con el electrodo manual o estático
-Utilizaremos la técnica resistiva para tratar tendones y radiculopatías.
- Programando una frecuencia baja (0,45 – 0,5MHz)
- Con sensación hipertermia
- Con el electrodo manual o estático
- Algunos equipos nos permiten realizar Cyriax con el electrodo
3.- ¿Cuál es el estado actual de la patología?
Si es agudo, subagudo o crónico y que dosis aplicar en uno u otro caso.
Tendremos en cuenta que el nivel de eficacia terapéutica va a depender siempre de la técnica de electroterapia y de la dosis seleccionada, es por ello que hace falta un fisioterapeuta que no siga recetas rígidas, integradas en los equipos o expuestas en un manual.
Lo esencial es el profesional, su habilidad para juzgar la situación en conjunto y acertar en lo que podemos llamar la diana terapéutica, un círculo en el que los resultados son los esperados. Es preciso entender que las recetas terapéuticas existen como orientación, para valorarlas y mejorarlas con nuestra experiencia personal y atención puesta en el paciente, en cada caso concreto y único, cada vez.
En un gran número de patologías el protocolo de tratamiento incluye la aplicación de la diatermia en la zona lesionada y también en órganos o regiones del cuerpo que aunque en un principio pareciera que no están afectadas sí que van a influir en proceso de recuperación de la lesión/patología. Por ejemplo en la Psoriasis trataremos la piel (órgano dañado), el Hígado (para estimular su función depuradora) y la zona cervical (para conseguir una relajación neuromuscular que contribuya a bajar el nivel de estrés del paciente). Lo mismo ocurriría en el caso del vértigo de origen no neurológico, trataríamos los oídos y el cuello.
Muy importante, ya se decía en 1918, para que la aplicación de la diatermia TENGA BUENOS RESULTADOS no se debe aplicar única y exclusivamente dónde el paciente refiere molestias. Los fisioterapeutas que saben explorar al paciente, localizan la lesión y detectan el origen de la misma, trataran con los electrodos capacitivos y /o resistivos la zona dañada y todas las estructuras adyacentes que estén relacionadas con el origen de la patología, del mismo modo que verán la forma de colocar los electrodos activos y pasivos para que el paso de la corriente o el área de influencia de la misma afecte a todas estas estructuras de la manera más eficaz.
Trabajar con diatermia no es únicamente aplicar calor sobre una epicondilitis, limitamos a poner el electrodo sobre el tendón inflamado y a pasarlo como si lo acariciáramos, eso lo puede hacer cualquier persona no cualificada y los resultados serán casi nulos o insuficientes.
Hay fisioterapeutas que al mismo tiempo que aplican la diatermia realizan movilizaciones pasivas, estiramientos, si valoran que mejora el resultado adelante sin inconvenientes adelante, en otro caso quizás sea mejor aplicar las dos técnicas por separado ya que la Diatermia requiere tener una atención especial que se puede distraer realizando varias actividades a la vez.
No aconsejo mantener las manos en contacto con el electrodo ya sea para masajear al paciente o como forma de aplicación, no existen estudios sobre el efecto de corrientes de alta frecuencia de modo continuo en seres humanos, pero si ni el sol es bueno durante horas, mejor no correr riesgos. Únicamente podremos hacerlo, si el electrodo en cuestión (ya sea capacitivo o resistivo) está convenientemente aislado por la cara que está en contacto con la mano del terapeuta.