Esmeralda Banacloy  Martínez.

Francisco Barrios Marco.

Fisioterapeutas.

Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva

DIATERMIA / TECARTERAPIA EN EL TRATAMIENTO DEL EDEMA DE MIEMBROS INFERIORES

Un edema es una inflamación producida por acumulación de líquido extravasado que se almacena en tejidos del cuerpo que no están destinados a ello, causando una hinchazón anormal. Cuando el motivo es un déficit del retorno venoso, lo más común es que se ocasione en las piernas o en parte de ellas, esencialmente en pies, tobillos y parte distal de las piernas.  Sin embargo cuando el problema es de origen linfático, puede suceder tanto en los miembros inferiores como en los superiores.

Posibles causas  del edema en Miembros Inferiores:

  • El hecho de permanecer mucho tiempo de pie dificulta el retorno venoso, y favorece la aparición de las varices, como consecuencia las piernas al final del día aparecen hinchadas. También estar sentado durante muchas horas, puede contribuir a la extravasación de líquido, especialmente en periodos de calor.
  • Una patología cardíaca implica, en la mayor parte de los casos, que el corazón no puede impeler o expeler la sangre con normalidad. Al no producirse con la suficiente eficacia el retorno de  la sangre venosa hacia el  corazón,  ésta se acumula en las zonas más distales. Cuando es la  insuficiencia cardíaca es la responsable del edema, éste se produce en ambas piernas.
  • Patologías renales y hepáticas pueden conducir a procesos edematosos.
  • Durante el embarazo, por la compresión del feto sobre los vasos sanguíneos.
  • El sobrepeso hace que se produzca un incremento de la presión sobre los miembros inferiores, dificultando el retorno venoso.
  • La edad provoca que las válvulas que hay en las venas de los miembros inferiores se deterioren y no funcionen correctamente, provocando un cambio en la direccionalidad de la circulación, es decir que la sangre venosa fluya hacia abajo en lugar de hacia el corazón.
  • La hipertensión, artrosis, artritis reumatoide y artritis psoriásica.
  • Tras una intervención quirúrgica es bastante frecuente que aparezca edema.
  • Insuficiencia linfática, los ganglios linfáticos pueden verse afectados por diversas patologías entre ellas: el cáncer, una infección, sesiones de radioterapia, extirpación de ganglios linfáticos o enfermedades de tipo congénito como la de Milroy. Todas estas causan ocasionarán que los ganglios y los vasos linfáticos dejen de cumplir correctamente su función, lo cual desembocará en un linfedema.
  • Hay medicamentos como los corticoides que pueden hacer que el paciente sufra de  edema.
  • También es contraproducente consumir sal en exceso.

Los signos y síntomas que pueden presentar los pacientes  con edemas y varices en las piernas son:

  • Hinchazón de la pierna, que suele ser más acusada a nivel distal.
  • Presencia de fóvea o signo de Godet.
  • Sensación de cansancio, rigidez o pesadez.
  • Dolor a la presión o con el movimiento.
  • Calambres en las piernas
  • Picor perimaleolar.
  • Oscurecimiento, engrosamiento y endurecimiento de la piel.
  • Tendencia a padecer infecciones.

 

TRATAMIENTO CON DIATERMIA  EN PACIENTES CON ALTERACIONES DEL RETORNO VENOSO

 

Aplicación del electrodo en la técnica resistiva. Aplicaremos el electrodo resistivo en la planta del pie del miembro edematoso.  El tamaño del electrodo será el grande.

Colocación de la placa pasiva. Utilizaremos la técnica longitudinal, colocando la placa debajo del muslo, en la zona glútea o incluso más distal, en la zona renal (dependiendo de la potencia del equipo).

Duración de la sesión de tratamiento. Como la superficie a tratar es grande, ya que pretendemos aumentar varios grados la temperatura y así estimular la hiperemia de toda de la pierna favoreciendo con ello el drenaje, el tiempo estimado de la aplicación será aproximadamente entre 15 y 20 minutos.

Intensidad de aplicación. Es importante que se actúe por debajo de la percepción térmica del paciente o que ésta sea de carácter muy leve. Trabajaremos con frecuencias bajas (450-500 KHz).

Con este tipo de tratamiento aumentamos ligeramente la temperatura de las estructuras menos hidratadas, especialmente los huesos del pie, tibia, peroné y fémur. El sistema simpático responde enviando sangre arterial para refrigerar estos tejidos y como consecuencia de ello se produce una  activación del retorno venoso.

Hay otra forma de tratar la insuficiencia venosa:

Trabajando con la técnica capacitiva.  Aplicaremos  crema de radiofrecuencia por toda la extensión de la pierna que vayamos a tratar. En primer lugar trabajaremos con el electrodo capacitivo en la planta del pie, realizando movimientos circulares, suaves y lentos desde la zona del calcáneo hasta la cabeza de los metas. Después de activar la circulación del arco venoso plantar tras realizar  varias pasadas, cambiamos  por la parte interna del  arco hacia la zona del empeine y volvemos a trazar círculos desde la zona de la cabeza de los metas hasta los maléolos, para activar el arco venoso dorsal. A continuación realizaremos un desplazamiento ascendente, sin presión y realizando maniobras de bombeo por la zona externa y posterior de la pantorrilla, siguiendo el recorrido de la safena externa y lo mismo por la zona  de la safena interna. Finalizaremos el tratamiento en la cara medial del muslo, siguiendo el recorrido de la safena hasta la ingle, en su unión con la femoral.

Colocación de la placa pasiva. Si vamos a realizar el tratamiento de ambas piernas y tenemos un equipo potente, podemos colocar la placa en la zona renal o sacra. O también podemos colocar la placa en la zona posterior del muslo, primero en una pierna y luego en la otra.

Intensidad de aplicación. Buscamos una sensación térmica grado 2, es decir muy suave o casi atérmico. En la planta del pie, realizaremos movimientos muy lentos  y programaremos una frecuencia baja y a mitad del tratamiento pasaremos a una alta, para después continuar de forma ascendente por la pantorrilla y la pierna.

Duración de la sesión de tratamiento. Entre 10 y 15 minutos por pierna, repartiendo el tiempo entre el pie, pantorrilla y zona interna del muslo.

TRATAMIENTO CON DIATERMIA  EN PACIENTES CON LINFEDEMA

Aplicación del electrodo con la técnica resistiva. Aplicaremos el electrodo resistivo sobre la zona de las estaciones nódulo-linfáticas del miembro afectado, es decir en la zona de la ingle o triángulo de escarpa, y en el hueco poplíteo.  El tamaño del electrodo será el grande.

Colocación de la placa pasiva. Utilizaremos la técnica transversal, colocando la placa en la zona glútea o  de forma longitudinal, en la zona renal, (dependiendo de la potencia del equipo).

Duración de la sesión de tratamiento. Como la superficie a tratar no es muy grande, el tiempo estimado de la aplicación será aproximadamente entre 10 y 12 minutos. Desplazaremos el electrodo lentamente por toda la zona a tratar.

Intensidad de aplicación. Trabajaremos con una sensación térmica suave, grado 2, con la finalidad de estimular la actividad de los ganglios linfáticos. Lo mejor es utilizar frecuencias bajas (450- 500 KHz).

Aplicación del electrodo con la técnica capacitiva. Aplicaremos el electrodo capacitivo mediano o grande, dependiendo del tamaño de la pierna. Desplazaremos el manípulo  de forma lenta, aplicando una presión muy suave sobre la piel, tal como haríamos si estuviésemos realizando un masaje de Vodder,  siguiendo la trayectoria de los vasos linfáticos, se recomiendo empezar desde la zona distal del muslo hacia la ingle, y una vez drenada la parte superior hacer lo mismo con la pantorrilla, hacia la fosa poplítea.

Colocación de la placa pasiva. De forma longitudinal, por encima de la estación nódulo-linfática sobre la que queramos actuar.

Duración de la sesión de tratamiento. Como la superficie a tratar es más  grande, el tiempo estimado de la aplicación será aproximadamente de unos 20 minutos por pierna.

Intensidad de aplicación. Al igual que con la técnica resistiva, trabajaremos con una sensación térmica suave, grado 2, con la finalidad reactivar el drenaje linfático. Lo mejor es utilizar frecuencias bajas (450- 500 KHz).

 

CONTRAINDICACIONES  ESPECÍFICAS DEL DRENAJE LINFÁTICO Y VENOSO

  • Procesos infecciosos e inflamatorios agudos.
  • Tromboflebitis o Flebitis.
  • Hipertiroidismo.
  • Proceso canceroso activo.
  • Hipotensión.
  • Cardiopatías importantes.

Realizar ambos tipos de drenaje, venoso y linfático, estaría especialmente indicado en pacientes que tengan tendencia a retener líquido, personas que estén llevando a cabo un programa de adelgazamiento, para luchar contra la celulitis, flacidez, acné y en general para ayudar a depurar el organismo.

Además del tratamiento y control médico, es posible utilizar un programa de fisioterapia con ejercicios activos y pasivos de movilización,  que favorezcan el retorno venoso y linfático, disminuyendo  así el edema.  Aprender ejercicios de relajación y respiración también pueden contribuir a ello eficazmente.

Por último recomendaremos a nuestros pacientes:

1.-Medidas que tienen que ver con el cuidado personal: se vuelve necesario prestar atención a la actividad física, en especial aquella de carácter puramente aeróbico, resulta muy recomendable la práctica de deportes como el footing, el ciclismo suave y la natación, en caso de no poder acceder a estas prácticas deportivas es imprescindible que nos planteemos andar una hora al día, no es preciso alcanzar todos los días una caminata de 60 minutos, si hoy puedo hacer 40 minutos y mañana 20 es mucho mejor que dejar de caminar porque no puedo llegar a la hora como objetivo diario. Así que como resumen: es mucho mejor un poco de ejercicio aeróbico cada día,  no dejar aparcada esta práctica de andar porque no puedo dedicarle todo el tiempo preciso. También recomendamos realizar ejercicios hipopresivos al menos 3 veces a la semana.

Si padeces de linfedema, protege el brazo o la pierna afectada de posibles heridas o lesiones que pueden se foco de infección, por ejemplo cortes, abrasiones, golpes…

Evitar los baños con agua caliente prolongados, ya que ello causará una vasodilatación y un engrosamiento del sistema venoso superficial.  Al ducharnos procurar acabar con algo de agua fría en las piernas. Tampoco es recomendable exponer la extremidad al frio extremo

Tanto al acostarnos por las noches como a lo largo del día evitar llevar ropa ajustada.

Hemos de prescindir de permanecer mucho tiempo en posturas estáticas, estar sentados o de pie durante largas horas impide una buena circulación, la tensión muscular y la inmovilidad no son buenos aliados para una circulación fluida.

Siempre que puedas y estés en reposo, mantén el miembro afectado en una postura elevada.

2.-Medidas que tienen que ver con la alimentación. El consumo de alimentos con gran cantidad de fibra ayuda a tener una sensación de saciedad y facilita un adecuado tránsito intestinal. Los alimentos ampliamente sazonados y la sal deben ser evitados dentro de lo posible, asimismo embutidos y conservas.

Beber entre 1 litro y medio y 2 l al día como mínimo ayudará al drenaje natural de los tejidos.

Mantenerse en un peso correcto implica un menor sufrimiento del corazón y favorecerá el drenaje del líquido extravasado.

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia.

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Esmeralda Banacloy Fisioterapeuta: 677.47.20.37

 

 

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