Esmeralda Banacloy  Martínez.

Francisco Barrios Marco.

Fisioterapeutas.

Autores del Libro Diatermia Capacitiva y Resistiva

DIATERMIA/TECARTERAPIA EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA ATM

Las articulaciones temporomandibulares son dos y actúan como bisagras a la hora de movilizar la mandíbula con el cráneo. Estas articulaciones nos permiten abrir y cerrar la boca, desplazar la mandíbula hacia delante y hacia atrás y lateralizarla, lo cual nos posibilita tanto hablar como bostezar y  masticar alimentos.

Los trastornos de la articulación temporomandibular son más comunes en mujeres que en hombres y en mayor porcentaje alrededor de los 20 años y cuando están llegando o han alcanzado la menopausia.

En general, podemos reagrupar las alteraciones o trastornos de la ATM en tres categorías:

  • Cuando son los músculos y las fascias los tejidos más afectados.
  • Cuando hay problemas estructurales: como sería una lesión del cóndilo, un desplazamiento del disco o hiperlaxitud ligamentosa.
  • Cuando existen procesos inflamatorios o infecciosos.

Las causas más frecuentes que ocasionan estos trastornos son:

  • Apretar y hacer rechinar los dientes, lo que se conoce como Bruxismo.
  • Padecer enfermedades como trastornos óseos genéticos u osteopenia
  • Tener mala oclusión.
  • Sufrir algún tipo de traumatismo en la articulación.
  • Padecer enfermedades infecciosas e inflamatorias, como la gota o la artritis reumatoide.
  • Alteraciones Psicológicas: Estrés, ansiedad…
  • Trastornos del sueño.

Los pacientes que acuden a nuestro centro con alteraciones o trastornos de la ATM  pueden presentar los siguientes síntomas:

  • El más común y significativo es el dolor: en la mandíbula, en los músculos masticatorios, dolor y rigidez del cuello que en ocasiones irradia hacia los brazos. También suelen sufrir dolor de cabeza y delante o alrededor de la oreja.
  • Rigidez de movimientos y molestias al masticar, o al bostezar, espasmos musculares y en ocasiones limitaciones o bloqueo del movimiento.
  • Mala alineación de las arcadas dentales.
  • Mareos.
  • Insomnio.
  • Chasquidos, crepitaciones o ruidos secos cuando intentan abrir por completo la boca.
  • Luxación o subluxación de la mandíbula, que le dificulta o impide cerrar la boca.
  • Hinchazón en una o en ambas articulaciones (dependiendo de si la causa es una artritis infecciosa o de una artritis reumatoide).
  • Anquilosis por causa de la calcificación de los ligamentos o por la fusión de los huesos articulares, en casos muy graves).

Hay dos tipos de tratamiento:

  • En primera instancia se debe optar por el conservador que incluye: férulas nocturnas y/o diurnas para descargar la musculatura, tratamiento farmacológico y fisioterápico.
  • En caso de fracasar el tratamiento menos invasivo no habrá más remedio que intervenir, bien para limpiar y lubricar la articulación, o en casos más agresivos sustituir la articulación dañada por una prótesis.

TRATAMIENTO CON DIATERMIA/TECARTERAPIA CAPACITIVA

Como ya hemos comprobado que en la mayoría de los trastornos de la ATM hay un importante componente muscular, por lo que  comenzaremos el tratamiento de diatermia aplicando la técnica capacitiva sobre aquellos grupos musculares que cursan con dolor, contractura o rigidez. El objetivo inicial de dicho tratamiento será básicamente antalgico y relajante.

Exceptuando los casos de la artritis reumatoide, trabajaremos con sensaciones térmicas moderadas, grado 2-3, para intentar la mayor vascularización posible. En el caso de que el dolor sea muy intenso o irradiado bajaremos la intensidad del tratamiento y lo haremos durante casi toda la sesión homotérmico.

Colocaremos al paciente en la camilla en decúbito supino, con la placa en la zona cérvico-dorsal. Trabajaremos con el electrodo mediano por toda la musculatura de la cara y del cuello por la parte anterior. Si también tiene contracturas y dolor en la zona posterior,  una vez finalizada la segunda fase (el tratamiento  resistivo),  le pediremos que se coloque en decúbito prono y colocaremos la placa en el brazo del lado de la articulación afectada o en el pecho.

Aplicaremos una frecuencia baja: 0,450 – 0,500 MHz y mientras trabajamos toda la musculatura facial, le pediremos al paciente que realice suaves movimientos con la mandíbula. Aunque las molestias estén en una de las dos articulaciones, trataremos con la diatermia ambos lados de la cara y el cuello. La duración del tratamiento capacitivo será aproximadamente de 15 a 20 minutos.

TRATAMIENTO CON DIATERMIA/TECARTERAPIA  RESISTIVA

Desplazaremos el electrodo resistivo mediano sobre la articulación temporomandibular y en aquellas zonas donde el paciente refiere dolor y rigidez. Al mismo tiempo que aplicamos el electrodo le pediremos al paciente que continúe con ejercicios de cinesiterapia activa. Podemos realizar desplazamientos suaves sobre la zona o dejar el electrodo fijo en un punto, hasta que el paciente nos indique que nota bastante calor, y lo desplazaremos a otra ubicación.

Con el tratamiento resistivo buscamos tratar el dolor, la inflamación y la limitación articular.

Dejaremos la placa pasiva en el mismo lugar que estaba mientras aplicamos la diatermia capacitiva.

Trabajaremos con una sensación térmica suave, sobre todo si existe dolor irradiado, para no agudizar el síntoma. El paciente puede referirnos que nota calor o una sensación de “presión dolorosa”, en ese caso bajaremos la intensidad hasta que deje de resultar molesta.

Si es posible, aplicaremos una frecuencia más alta que con el tratamiento capacitivo: 0,680 – 0,700 ó 1 Mhz.

Aunque la alteración sólo se presente en una de las dos articulaciones, aplicaremos la diatermia resistiva en ambas, ya que al estimular el oído, si sólo lo hiciéramos en un lado el paciente podría marearse al incorporarse de la camilla.

La duración del tratamiento resistivo es menor que la del capacitivo, alrededor de 10-15min.

Observaciones:

En el caso de que nos llegue a la consulta un paciente con trastornos de la ATM producidos por artritis reumatoide, debemos esperar a que el brote agudo ceda, dejaremos pasar al menos 4 -5 días  y trabajaremos con la diatermia buscando en las primeras sesiones una sensación casi atérmica.

Si la causa es una artritis infecciosa, primero el paciente deberá ser tratado con los antibióticos específicos para controlar la infección y una vez terminado el tratamiento farmacológico, comenzaremos el tratamiento con la diatermia para tratar la inflamación y el dolor.

Somos especialistas en Diatermia-Radiofrecuencia-Tecarterapia.

Si quieres asesoramiento en equipos o formación contacta con nosotros.

Esmeralda Banacloy Fisioterapeuta: 677.47.20.37

 

 

Contáctanos